Comparsa 'El marqués de Cádiz'.

COAC 2019

Crónica COAC 2019: ‘Pa’ morirse de gaditanas maneras

La penúltima noche da vida al Concurso con una amalgama de sensaciones, desde la emoción del tango y el pasodoble hasta la irreverencia de la chirigota

Por  1:07 h.

La noche que Cádiz amplió sus murallas y ensanchó sus fronteras, se consumió en sus cenizas y resucitaron en la memoria sus gaditanas maneras. El rey Don Carnal marca la tendencia y sus súbditos obedecen para no quedarse a las puertas de la gloria. Y ahí el marqués de Carapapa, vizconde del pasodoble y duque del cuplecito ‘enchampelao’, posee la llave de la melodía añeja y la sencillez junto a su majestad el Noly.

 

Nada muere si pervive en el recuerdo y estas coplas vivirán eternamente mientras sus genios las compartan en herencia. Un mensaje en pro de la identidad que bien han recogido desde Santoña a Barcelona para encallar en la Tacita, principio y fin del Carnaval. La comparsa de los Márquez Mateos lacraba la mejor sesión de unas preliminares infames que al menos resisten la crítica por su regreso a los orígenes. Gaditana, como el coro, que suena sublime tras la independencia de Pastrana. Y como la chirigota, súmmum de la sinvergonzonería, la desfachatez y la irreverencia que ensalza a esta tierra.

 

Bien aprendido lo tienen hasta los cántabros disfrazados de vascos, y los andaluces vestidos de catalanes. Que Cádiz es ‘pa’ morirse, pero siempre de gaditanas maneras.

 

20:00: Coro Los del patio: Atronadora presentación. Para quien empatice con la filosofía mexicana de los muertos y sus recuerdos, para quien haya llorado con ‘Coco’, le golpea directamente a las entrañas al trasladar esa idea a la cuna gaditana. El grupo, impresionante en la última década, suena aún mejor si cabe merced a refuerzos bien reconocibles. Preciosa y fresca falseta para adelantar un tango maravilloso, a la espera de letras de Concurso. Con el popurrí terminan de alcanzar los cielos.

 

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20:40: Chirigota Los de Cádiz norte, pero norte norte: La chirigota de Santoña ya ha superado el límite del respeto para internarse en la esfera del cariño gracias a su gracia, redundancia inevitable. Escogen a la perfección la idea, de vascos sosos y con poco compás, para así ocultar su principal problema, que es la interpretación (demasiado hacen). Atacan pues con el repertorio, siempre superior a muchas compañeras que atraviesan la frontera de cuartos. Puede ser la primera vez en su vida que tengan que pedir permiso en el trabajo para volver a Cádiz. Otro gasto en autobuses que pagarían encantados, como el respetable.

 

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21:10: Comparsa Los vanidosos: Adalid de la superación de la comparsa, de la elevación del nivel medio, que guste más o menos se aleja de la mediocridad. ‘Agüito’ apuesta por una creación compleja en lo musical y lo literario, que se resiente en lo interpretativo. Agradable.

 

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21:40: Chirigota Un pasito a la izquierda y otro pasito a la derecha: Chirigota desenfada, con poquísima vergüenza, sin filtro ninguno. Cascana, como referente (aunque los autores son Marcos Romero y Juanma Bocuñano), ha retomado la frescura por segundo año consecutivo después de varias experiencias negativas. Porque para reivindicar por derecho hay que gustar, y esta gusta una barbaridad. Parodia de los políticos de la sociedad española, de la izquierda y la derecha, en plan mamarracho pero sin parar de pegar con sus bromas. Las partes fijas son espléndidas, la música del pasodoble preciosa (factoría del lacio) y bueno el primer cuplé. Ya no es una sorpresa.

 

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22:20: Comparsa Los marea: De Barcelona aunque con inconfundible sello gaditano. Amables intenciones, sin grandes pretensiones, salvando el tipo. El mar siempre es un buen conductor de coplas. Si mantienen el reto, adoptarán mayores riesgos en el futuro.

 

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22:50: Chirigota Los cabroníssimos: José Miguel Choza retoma el testigo de Vera Luque en cuanto al estilo de la chirigota. Muy bien cantada, con fuerza y potencia, mucho ritmo, sin pausas. Cabrona en sus chistes, como crítica excesivamente inspirados por la prensa rosa. Al menos merecen un pase más, y a partir de ahí tocará batirse. A duelo o en retirada.

 

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23:30: Comparsa El márques de Cádiz: La misma melodía acuna la presentación, sin estridencia alguna que estorbe la explicación de la locura de este ficticio marqués de la tacita. El pasodoble es un caramelo, tan melódico, tan suave, que mece cualquier mensaje. Romántico o crítico, David Carapapa trasmite con su compleja sencillez lo que el barroco distorsiona entre tanta floritura. Una carta de principio a fin para escuchar sin respirar. Cuplés de trámite, extraño por su alma chirigotera, y estribillo de gaditanas maneras. El final del repertorio, su herencia y legado, compensa otras piezas más prescindibles.

 

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