Ángel Subiela es el Rey Midas del Carnaval. Director mítico en la historia de esta fiesta, posee primeros premios con Martínez Ares, Juan Carlos Aragón, Tino Tovar y Antonio Martín, rozándolo con los Carapapas, y lucha por aumentar la vitrina con Argüez y el Noly. 40 años de Carnaval a sus espaldas, miles de vivencias, le convierten en un pozo de sabiduría y experiencia. Personaje controvertido, referencia desde el final del siglo pasado, admirado por muchos y denostado (a la vez que elogiado) por algunos enemigos, que cada vez son menos. Historia viva, sin tener una voz prodigiosa, sin haber escrito jamás una letra ni tocado una guitarra. Algo tendrá el agua, dicen.
A escasas horas de presentar ‘Los luceros’, mantiene el temple de quien ha aprendido a convivir con la presión. Lejos quedan ya las épocas de éxito en el Carnaval y fracaso en lo personal, con excesivos sacrificios. La familia y las prioridades que marcan el paso del tiempo han sido el antídoto a su veneno. Y el efecto es tan palmario que hasta parece rejuvenecer. Como en El retrato de Dorian Grey, uno sólo puede advertir su edad mirando en las obras de arte que ha ido dejando a su paso. Y que tampoco envejecen.
-Este año cumple 40 carnavales. ¿Cómo consigue detener el tiempo?
-Me cuido bastante, Nunca he fumado, casi no bebo, y vivo bastante tranquilo y feliz en Barbate con mi familia. Ahora además estoy loco con mi nieto que hasta me quita las arrugas. Los hijos es lo más importante que tenemos. Yo he cometido muchos errores cuando salía en mi etapa con Martínez Ares, eso no me lo voy a perdonar, y ahora no voy a desaprovechar esta segunda oportunidad.
-¿Ha cambiado mucho el Subiela del pasado con respecto al que lidera la comparsa del Chapa?
-Muchísimo, y a mejor. Antes era una persona arrolladora. El Carnaval me transformó y me envenenó. Parecía que medía dos metros, siempre mirando por encima del hombro. ¿Pero quién me creía, si no soy más que un parado? Ahora me preocupo de lo mío, no me quiero enfadar con nadie. Ahora el Carnaval me ha ayudado. Es el mejor psicólogo y además me ayuda a llevar dos euritos para la casa. Me considero mejor persona.
-¿Cree que por eso tiene menos enemigos? ¿Se siente más querido que años atrás?
-Tengo menos enemigos. Aunque los que tengo bien me los he ganado. También me han buscado la confrontación. Parece que vende que tengo que estar peleado con Ares y Aragón, cuando son dos genios. La gente se sorprende si digo que ellos nos benefician a todos. Se hacen más carteles, hay más galas, contratos… el regreso de Antonio ha multiplicado el número de festivales y me alegro por la parte que nos toca. Yo sólo quiero que la mía esté mejor.
-Y ya se reconcilió con Juan Carlos Aragón.
-Tuvimos un malentendido pero se solucionó. Lo admiro muchísimo. Tenemos mucha suerte de poder disfrutar de ellos. Es como estar todo el tiempo comparando en fútbol a Messi y Cristiano, sin disfrutar de ambos monstruos. Lo agradezco y bastante lleva pelear con ellos. Yo soy el Atlético de Madrid y eso obliga a ‘currárselo’ mucho más, es un continuo desafío. Con cualquier cosa no podemos competir.
«Con la vuelta de Ares han aumentado los festivales, y así ganamos todos»
-Animó a Aragón a sacar la comparsa, participó en la resurrección de Tino y apostó por Carapapas y Argüez ¿A quién le gustaría dirigir de entre los jóvenes valores?
-Germán Rendón sigue manteniendo la frescura de su comparsa, y le ha venido muy bien el asesoramiento del Laly, que está curtido en mil batallas. Tiene que seguir haciendo lo que sabe, que no huela que se parezca a otro autor. Me ocurre lo mismo con Jona, al que apoyaré si en el futuro quiere sacar de nuevo una comparsa. Perderé un gran componente pero lo entiendo perfectamente.
-¿Qué autor le queda por dirigir?
-Jesús Bienvenido. ¡Es tan bueno musicalmente! Es diferente pero ¿por qué no? Se lo toma con una filosofía admirable.Pero ahora mismo me siento muy cómodo con el trío Chapa-Noly-Aranda. Para mí es el mejor y con él aspiro a ganar la Copa de Europa. Desde que empecé con ‘Los doce’ nunca he disfrutado tanto del Carnaval. Con los autores grandes había mucha presión, más que ahora, y ese agobio me lo quité con nuestro grupo actual.
-¿Cree que Miguel Ángel García Argüez se convertirá también en un grande de la fiesta?
-Está capacitado. Parece que pasa del tema, pero es porque se toma el Carnaval con tranquilidad, no está envenenado ni contaminado. En este grupo sabemos que lo primordial, más allá de ganar, es gustar. Los aficionados recuerdan bien ‘Las estaciones’, ‘La cuadrilla’… y no ganaron el primer premio.
«Noly es Carnaval, es compás. Él no compite con los demás, compite contra los muertos»
-¿Y qué me dice del Noly? ¿Por cuántos años lo podremos disfrutar?
-Espero que por muchos. ¿Alguna vez ha defraudado un pasodoble suyo? No es normal. Es un genio. Lo escuchas hablar y entonar su música y se te encoge el corazón. Es tan fácil, parece sencillo, pero nadie puede hacerlo. Y él se ríe a carcajadas. Con eso se nace. Noly es Portería de Capuchinos, es Carnaval, el compás de Cádiz. Él no compite con los demás, compite contra los muertos. La pócima añeja sólo la tiene él.
-Al final siempre la figura de José Manuel Aranda es la que queda eclipsada.
-Y a mí es el que más me ha sorprendido. Es una mina de oro. Lo miras, te pregunta qué quieres, y te trae lo que le dices. Además, esta comparsa se hace de manera diferente. Chapa escribe la letra y luego Aranda le pone la música. He recuperado el espíritu de equipo. Todo el mundo tiene una opinión válida y hay que escucharla. Más que un director, soy un psicólogo y un relaciones públicas. Y mi labor es que todas las piezas encajen.
Subiela, sobre ‘Los luceros’: «Nos crearon tanta presión que hasta nos enfadamos entre nosotros»