Valoración: MUY BUENA 
Presentación a lo heavvy. No han terminado de presentarlos en sala, la cortina aún no está subida y salen. Están completamente metidos en el tipo. Van a cantar el final de popurrí, tienen prisa. Leñe, que caen papelillos, ¡es el final de popurrí!. El público responde puesto en pie, han comprado la idea por lo bien que la han vendido. Pero, ¿qué locura es esta!? El público les canta campeones. Han empezado fuerte. Les levantan de nuevo la cortina para iniciar su presentación, pero ya en la calle. Su psicólogo le hace la faena de estar en Espera. Golpes, detrás de otro, marcados con los palillos de la caja, a la que se suma después la guitarra. Han llegado pisando fuerte y la conexión con el público es total.
Empieza el punteado del pasodoble, “venga”, apremia el grupo a la guitarra. Más metidos al tipo, imposible. El primero, al cariño del pasado año con Si yo dijera lo que pienso. “Y es que por ti yo vuelvo cada febrero para decirte que te quiero porque eres mi pasión”. “Por eso vuelvo para decirte, Cai de mi vida, te quiero, te quiero, te quiero”. La música es una delicia del Tomate, levanta una letra que está bien, sin más. la melodía pone el pellizco en su sitio justo. El segundo, un poco mejor cantan a que son cabeza de serie “15 años viniendo a este concurso y este no va a ser como los otros”. Pero no es un pasodoble para autoalabarse, sino que es una crítica a la organización del COAC y los privilegios que llevan siempre las punteras. “Peo cuando conseguimos que el Concurso sea más justo lo volvemos a cambiar”. Defienden que si eres cabeza de serie tienes que cantar a cantar al final para aguantar al público. Los espectadores aplauden a rabiar.
Los cuplés son otra vuelta de tuerca a la interpretación, rozando momentos de gran surrealismo. Empiezan el cuplé con el estribillo. No son los únicos impacientes, Han visto la Borrquita en septiembre y su vecina les ha traído la invitación de boda y no tiene ni novio. El segundo, el ser humano avanza porque es flojo. Pero con la roomba, se queda la porquería en los rincones porque es redonda. En el estribillo “Yo sé que mi estribillo a ustedes nunca defrauda, pero me tengo que ir. Ni aplaudan, ni aplaudan, ni aplaudan”. Acaba y se marchan.
Se han ido sin cantar el popurrí. Tenían prisa. Que no, que es broma. Es increíble como, aun sabiendo que volverán, sigue haciendo gracia. El impaciente relata los problemas con su vecino tartamudo, lo pilla policía “no le salen las palabras”. Tampoco llevan bien ver la peli de Antena tres… “y en seis minutos… los anuncios”. Es difícil hacer un resumen de lo mejorpor que todo es sucesión de golpes, como que son tan impacientes, que “escuché toser a mi abuelo Antonio, y me fui para el tanatorio”. El público los interrumpe con aplausos cuando, con la música del estribillo de los Carnivales, cuentan sus problema con la cola en la carnicería. A esto añaden números visuales, muy al sabor de quienes también disfrutan con lo que no es copla. Y por fin, en toda la sesión, entra bien la cuarteta de despedida que engarza sin romper y sin hacerse pesada, con el ritmillo que sabe darle el Tomate. . Público en pie y al grito de “Esto sí que es una chirigota”. No, hoy sobre el escenario han sido algo más.
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FOTOS: Chirigota ‘No aguantamos más, vamos de impacientes’ en el COAC 2020