Antonio Martínez Ares, con el Falla al fondo
Antonio Martínez Ares, con el Falla al fondo

Carnaval de Cádiz

Martínez Ares «Ésta es una buena oportunidad para perder la prisa que impera en el Carnaval de Cádiz»

El comparsista pide prudencia con la pandemia y no ve tan claro que vaya a celebrarse el Concurso de Carnaval en 2022

Por  9:39 h.

Hablar de Antonio Martínez Ares es utilizar palabras mayores en el Carnaval de Cádiz. Y no porque en los últimos tiempos al nombre y al apellido le siga un «don Antonio» que popularizó Carlitos Meni en el cuarteto ‘El equipo A minúscula’ (’spoiler’ del final de la entrevista, a Martínez Ares el don Antonio le gusta… menos por una cosa). El año pasado (desde este febrero ya no podrán utilizarse como sinónimos el pasado COAC y el año pasado por la suspensión del concurso) obtuvo un segundo premio en la modalidad de comparsas con ‘La Chusma selecta’, agrupación que fue polémica sin proponérselo y alabada a sabiendas. Porque si de algo sabe Martínez Ares es de Carnaval y de conectar con el público. Sus siete primeros premios (y, por qué no decirlo, sus seis segundos) en el Concurso Oficial de Agrupaciones, lo avalan de sobra.

 

El de este año será un Carnaval de Cádiz extraño sin el Niño de Santa María. Y eso que no le pilla de sorpresa. Antonio Martínez Ares hizo una pausa larga (un viento de 13 años) entre ‘Calle de la Mar’ (2003) y ‘Los Cobardes’ (2016). Pero fue una pausa voluntaria, no provocada por un inesperado giro de guion. Y con este cambio de escenario, propio de un final de pasodoble, comenzamos la entrevista…

 

–¿Cómo vive un autor como usted un año sin Carnaval y, al contrario de lo que pasó antes de Los cobardes, no por voluntad propia?
–Es algo extraño, la verdad. Es la primera vez que tengo esta sensación de no llegar al Concurso y que no sea por mi voluntad. Siempre he salido, o he optado por no salir al Falla, porque he querido pero, ahora, llega esta situación y hay que quedarse fuera por exigencias de guion. Es bastante rara la sensación, no te lo negaré, pero obviamente, con lo que está pasando ahora mismo se impone la cordura.

 

–No sé si comparte la reflexión del Miguel Ángel García Argüez, el Chapa (autor de ‘Los Listos’) que decía en una entrevista que el Falla es sólo la punta del iceberg. Que lo bonito es el proceso completo, la creación, las discusiones, los ensayos, incluso los nervios antes de salir a escena.
–Cada uno lo verá a su manera. Todo lo que provoca el salir en el Falla, el sacar una agrupación genera debates que siempre han estado ahí y que seguirán en el futuro. Eso sí, era lo que se contaba y lo que se sentía en condiciones normales, no en condiciones tan adversas. Ahora todo ha cambiado y echamos de menos todo, hasta todo ese debate en torno al Concurso.

 

Comparsa de Martínez Ares "La Chusma selecta" Preparándose para el Falla

Comparsa de Martínez Ares “La Chusma selecta” Preparándose para el Falla

–¿Deberíamos decir sin Concurso o sin Carnaval?
–Creo que cuando se dice un año sin carnaval es siempre pensando en el Concurso o en la calle como lo entendemos. Porque, aunque sea la reflexión sobre qué se va a hacer, algo se está haciendo. Esto es, simplemente, un año sin Concurso. Y tampoco pasa nada. Hay vida más allá del carnaval y ahora hay otras prioridades, como podemos ver todos los días.

 

–¿Cómo vio la propuesta de las galas del Carnaval que se impulsaron desde el Ayuntamiento?
–¿Las del Ayuntamiento de Cádiz? Prefiero no comentar nada y creo que con eso ya lo he dicho todo. Allá cada cual con sus ideas, pero creo que aquí, tal y como están las cosas, no estamos para andar jugando.

 

Creo que los carnavaleros este año se han dividido en dos. Los que no paran de escuchar carnaval por estas fechas y los que prefieren no oír nada en absoluto, ¿en qué punto está?

–Yo estos días estoy escuchando carnaval. Eso sí, no me estoy forzando, no pienso ponerme a escuchar tal agrupación o tal año por obligación. Consumo carnaval en momentos que me apetecen, no porque haya una especie de presión para hacerlo.Parece que en este aspecto, como en otros muchos, el carnavalero es muy de dividirse. La mitosis es una de las características de nuestro Carnaval. Y lo es para todo. El aficionado se decanta por algo o por lo contrario y, luego lo lanza a las redes, que es donde ya esa división se hace mayor. Y en donde parece que hay que exhibirla.

 

–Tengo entendido que para este 2021 preparaban, preparaba, algo, ¿nos puede adelantar qué es?
–Las cosas han cambiado mucho. Había ganas de hacer cosas con el grupo, por supuesto, y había criterio sobre lo que queríamos hacer, pero no se llegó a organizar nada en firme. Éramos conscientes de que la situación era la que era y que había que tener mucha prudencia. En una situación como la actual tienes, por un lado, lo que quieres hacer y, por otro, lo que puedes hacer. Yo, como otros muchos, vi clarísimo que no íbamos a poder hacer nada en este contexto. Bueno, nada no, podíamos pensar, reflexionar, perder la prisa que parece que siempre impera en el Carnaval de Cádiz.

 

Prudencia contra el virus en el Carnaval de Cádiz

 

–Supongo que habrá en la comparsa, como en cualquier colectivo humano ahora mismo, quienes quieren que se retome la actividad en cuanto se pueda y los que reclamen más prudencia.
–Aquí hay que ser claro: el que no opte en esta situación por ser sensato tiene un pequeño problema, para mi entender. Hay que esperar para todo, no podemos tener tanta prisa y hacer como que nada está pasando. Estamos corriendo demasiado para todo: para volver a la normalidad, para recuperar el calendario. Y en el tema del carnaval está sucediendo lo mismo. Hay muchas instituciones que están buscando la manera de hacer certámenes y que ya están anticipando encuentros cuando no sabemos qué va a pasar. Esto es una opinión bastante personal y habrá quien no la comparta. Hay muchas ganas de carnaval,yo también las tengo, pero no olvidemos que la vida es lo primero. Y te repito, quien no entienda esto último, tiene un problema

 

Entrega del Premio Baluarte del Carnaval a Antonio Martínez Ares

Entrega del Premio Baluarte del Carnaval a Antonio Martínez Ares

–Pues vamos a hacer un ejercicio de imaginación, ¿cómo cree que debería ser el Concurso de 2022?
–No sabría responderte antes de la pandemia imagínate ahora. Esos problemas sobre cómo nos deberíamos organizar, qué cosas deberían cambiar del Concurso y sobre cómo nos gustaría que fuera ya los teníamos antes de que todo esto pasara. Y en 2027 igual me preguntas lo mismo y responderé lo mismo. Creo que va a haber poco cambio.

 

–En resumen, que opina que, utilizando una letra suya, no se va a matar a la bestia
–Eso es un pasodoble y ya está. No le demos más vuelta. Es mi opinión, la que he dado cien veces en todos estos años, en tantas entrevistas y ya está. A veces siento que ya me pongo aburrido diciendo lo mismo. Y, total, ¿va a cambiar la mentalidad del Concurso del Carnaval de Cádiz después de tanto repetirlo?

 

–Y Antonio, ¿por qué cree que no se cambian las cosas en el COAC?
–(Responde con un poco de enfado) Sabéis de sobra por qué no cambia. La situación es la que es y, te repito, empieza a ser ya un debate muy aburrido. Cada uno que haga lo que quiera. ¿Quieren que el Concurso del Carnaval de Cádiz se trate de pan y circo? Pues toma, pan y circo. Igual este parón nos viene bien. El Concurso necesitaba un barbecho y la lástima es que ha tenido que llegar por una razón pandémica. Pero ya que está, vamos a tomarlo como instructivo, para poder leer, para poder hablar las cosas. ¿Y qué saldrá de esta pausa? Puede que nada o puede que nos demos cuenta de que hay cosas que llevamos años haciendo que son imperdonables. Y otras que no cambiarán y que pueden ser imperdonables en el futuro. Te da por pensar y dices «tenemos que darle muchas vueltas a las cosas». Pero ahora que las cosas se frenan, hay que pensar en otras historias porque, al final, la vida dura lo que un estribillo.

 

La comparsa del 2022

 

–Vamos a seguir jugando a futuros. La comparsa de 2022, ¿es mejor ir preparándola ya o mejor esperar a septiembre por lo que pueda pasar?
–(Ríe) ¿Ves lo que te decía? Todo son prisas. Me preguntas por la comparsa de 2022 y es como si me dijeras, ¿ya la tienes?, ¿tienes grupo? , ¿te han confirmado que vas a tener a todos los componentes?, ¿cuál es el plan ‘b’ si te falla lo primero? Te digo la verdad, no tengo ni la más remota idea. Lo primero, a ver si va a haber Concurso en 2022, que aquí parece que lo damos por hecho. ¿Te imaginas, que no hay Concurso tampoco en 2022? A mí no me parece algo tan disparatado.

 

–Le noto pesimista con la situación general y con la del concurso en general.
–Hay que ser serio. Hasta verano no podremos, saber si en septiembre tendremos a la gente vacunada, si podremos contar con los componentes o seguiremos en una situación parecida. Podemos seguir organizando el Concurso del 2022… pero no está nada claro que se pueda hacer. ¡Pero si hasta hace una semana no nos han dicho que nos tenemos que olvidar de la Semana Santa, cuando el debate ya estaba cerrado! Claro que hay que buscar la manera de alimentar el alma, pero siempre respetando la prudencia.

 

–En la entrega de los antifaces de oro del año pasado del Carnaval de Cádiz tuvo un gesto muy bonito no sólo con su padre sino, en general, con la reivindicación de los viejos copleros. ¿No parece que hay dos carnavales, el de los aficionados que reclaman a los clásicos y una horda de nuevos carnavaleros que creen que todo empezó, como quien dice ayer por la tarde?
–Las generaciones cambian mucho y el Carnaval de Cádiz no iba a ser una excepción. Los que venimos de una generación de radio, de escuchar por bambalinas, reivindicamos a unos copleros y un estilo antiguo. Se ve desde la nostalgia y somos conscientes de que Paco Alba queda muy lejos. Creo que, en general, si nos ponemos a escuchar solo los últimos años y no los clásicos, tenemos un problema. Pero es innegable que se ha producido una explosión increíble de carnaval en los últimos años, sobre todo por la llegada de las redes sociales, y hay quien se ha enganchado con este nuevo carnaval. Las agrupaciones, los creadores, no podemos perder de vista que esto no deja de ser un alimento de la sociedad y tenemos que estar al servicio del otro y de la nueva visión de la sociedad.Es verdad que yo tenía que hacer un homenaje a la generación de mis padres y que me gusta tener presente a esos copleros. Pero también es verdad que muchos de los que empiezan escuchando las últimas chirigotas siguen rascando y acaban conociendo así a Paco Alba.

 

Martínez Ares, con el Falla de fondo

Martínez Ares, con el Falla de fondo

–¿Es más difícil escribir cuando cualquier frase va a ser sacada de contexto y exprimida por redes sociales?
–No es más difícil pero sí más jodido. Yo empecé a escribir en una época en que no había censura, aunque entiendo que ese concepto es debatible. Ahora, con las redes sociales te encuentras con una censura bastante gorda. Las redes sociales están ahí y hay que lidiar con ellas. Es verdad que para estar pendiente de todo lo que dicen de tu agrupación o tienes que estar muy loco o irte mucho el baile. Yo ni siquiera trabajo con ellas, me da la impresión de que están en manos de gente muy aburrida. Gran parte de las tonterías que se escriben tienen que ver con el aburrimiento. Aquí, todos saben, todos opinan, todos te dicen cómo consumen el Carnaval de Cádiz y cómo hay que hacerlo.

 

–Después de tantos años , ¿qué le queda por contar a Martínez Ares?
–(Suspira) Hay tanto, ¡ojalá pueda contar lo que me dé la gana y como me dé la gana! No es que no haya hecho siempre lo que me ha apetecido, pero sí me interesaría buscar maneras completamente distintas.

 

–Habla de nuevas maneras… ¿quizá algún proyecto fuera del Carnaval de Cádiz?
–Ahora mismo es mejor no pensar mucho ni dentro ni fuera del Carnaval. El sector cultural está jodido. Ideas sí hay, pero los proyectos ahora están guardado en un cajón. Hay bolos, cositas, que se aplazan por exigencias del guion.

 

–No sé si, después de tantos años desde que Morera sacó el cuarteto, le siguen repitiendo eso de «don Antonio», que parece que ha calado
–Sí que ha calado y por supuesto que a mí no me molesta. Y menos cuando nace de compañeros que te lo han hecho con cariño, por lo que siempre les estoy agradecido. Eso sí, cuando te dicen «don Antonio» te hacen muy mayor. Y te entra el miedo y piensas «a ver si El Niño va a ser un vejete ya».