COAC 2020

Cuartos COAC 2020 Tócame. Darlo todo cuando se busca todo

El coro de julio Pardo vuelve a hacer un alarde en su pase

Por  21:52 h.

Valoración: A SEMIFINALES DEL TIRÓN 

 

De nuevo, el espectáculo del homenaje a la música. En este segundo pase pudo impresionar poco después de darlo todo en preliminares. Pero sí confirmó que el matrimonio de Julio Pardo con el Canijo es de conveniencia para la modalidad. Aunque menos gamberrete que el Batallitas, el coro parece rejuvenecido. Y se nota. Como se nota, de nuevo, el toque del contrabajo del Tron en esa divertida presentación.

 

El tango, sigue sonando igual de delicioso y muchos espectadores no pueden evitar incluso dar palmas. Eso sí, la disposición por la que han apostado este año hace que la orquesta no suene tan fuerte como otros años. El primer tango, una alegoría de la factoría Canijo, con la idea de que el antiguo gobierno de la Junta era una orquesta. Así, indica que para ellos “una administración es el mejor instrumento”, que “tocan la caja” y “usan de los pagos bajo cuerda”. Gran referencia a los “las rayas del pentagramo”, que será copiada seguro en años venideros. Pinchan un poco, por el exabrupto, en el remate, “ahora vete al carajo con la música a otra parte”.  El segundo es una alabanza a las campanas de Cádiz, con repaso a las campanas de boda, las que suenan en Santo Domingo y la catedral… para girar, hacia la campana de los sueños en el Puerta del Mar. Les da pie a alternar, en un momento, la letra con un tañer bucal de campana.

 

El primer cuplé, al Cascana. “El consejo de hermandades se siente hecho polvo por lo que vieron”. Las cofradías están ofendidas porque” en la tabla del Falla había más gente que en su salida”. Los mayordomos estaban molestos porque iban con “chaqueta negra, zapatos rojos y pantalón claro”. Graciosos pero, en resumen, el chiste de mariquitas de toda la vida. El segundo al gobierno de Pedro Sánchez, que ha dejado fuera a Echenique, “ay que ver no darle el Ministerio de bicicleta”. Pero Pablo Iglesias agradece la templanza del aragonés, “yo sabía que Echenique no iba a pegar ni una pataleta”. En el estribillo, el público acompaña de principio a fin con las palmas. Ya en Cuartos.

 

En el popurrí, con el desarrollo de la idea, sigue siendo una joya. “Madre, mi primera percusión”, la vida es un musical. Eso sí, un musical ni olvidarse de que son un coro carnavalero, con las normas y costumbres a lo que eso obliga. Sorprende una vez más cómo dividiendo el coro en dos partes, conservan esa capacidad de llenar el teatro con la voz de cada semiagrupación (o hemicoro) cuando alternan voces. El concepto metamusical no es novedoso, en especial en esta modalidad, pero consiguen volver a hacerlo atrayente, que es lo importante. Están buscando llevarse el Gordo.

 

 

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FOTOS: Coro de Julio Pardo ‘Tócame’ en el COAC 2020