Gaditana, ‘vive, sueña y canta’. El mensaje se emite con claridad y se recibe limpio, sin distorsión. La sensibilidad femenina apenas ha rociado con sus escasas gotas al Carnaval de Cádiz y es tan necesario como obligado la incorporación de la mujer a esta fiesta. Su aparición como componente empieza a ser una realidad incontestable. Aún lejos de lo deseado, su presencia en el Falla aumenta cada año. Ahora queda dar el siguiente paso: su reclusión como autoras, la pluma sobre la melodía, y en una noche de marcado sabor femenino la senda la trazaba la comparsa hispalense ‘La inoportuna’.
En cuatro de siete grupos de este pasado martes preponderaban las féminas, con especial incidencia en el coro de Luis Rivero. El autor, que abre la puerta para descansar el próximo año, cuenta con un grupo con posibilidades inmensas por la calidad vocal, su afinación y su capacidad artística. Guste más o menos, el mérito es enorme y el trabajo indiscutible. Y en este registro es ‘cum laude’. A la zaga continúa la comparsa de Faly Pastrana Jr, que cantaba con más fuerza y determinación que otros años, perdiendo a su vez sencillez; y la enrevesada propuesta de Romero Bey, magistralmente interpretada por las chicas que lidera Carmen Barea. El resto, un auténtico bache, y sin cervecita para refrescar el gaznate.
1.- ‘Vive, sueña, canta’: El coro de Luis Rivero hace temblar a sus competidores. En su terreno no tiene rival, pero el gusto es subjetivo y enamorados y derrotistas poseen argumentos para soportar su opinión. Lo que es indiscutible es que ha llevado a la modalidad, y quizás al Carnaval de Cádiz, a una categoría de espectáculo desconocida. La línea es cada vez más delgada entre lo ‘amateur’ y la profesionalidad. El grupo no puede sonar mejor, más afinado, sin fisura alguna. En cuanto al repertorio, ya existen más dudas. Aún así, le queda mucho recorrido y el primer premio no compite en la primera fase.
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2.- ‘La cara oculta de la luna’: Comparsa de digestión lenta. El problema es que Romero Bey no es Martínez Ares ni Juan Carlos Aragón y en Concurso no se puede permitir estos lujos. Ahora, si es para recogijo personal, suyo, del grupo y sus fieles, plausible. Carmen Barea ha confeccionado un grupo excelente que ha respondido con nota. El repertorio es denso. Merecen un pase más para merecer mejor atención.
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3.- ‘Las que embrujaban de verdad’: Una decepción, viniendo de quien viene. Con ‘Las listas de boda’ se intuía una buena chirigota pero las brujas pitis han sido víctimas de su propio hechizo. Salvable, sólo, el pasodoble. Muy pocos golpes de humor, y pocos por decir algo.
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4.- ‘La inoportuna’: La única agrupación de las 136 participantes que viene con la autoría de dos féminas. No debería ser noticia pero, lamentablemente, lo es. Tienen tiempo para darle una pensada al próximo repertorio, el de 2019.
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5.- ‘Este año nos despedimos’: La chirigota cuenta con buenos y numerosos amigos, que le despedían poniéndose en pie en el Gran Teatro Falla y con una ovación que nada tiene que ver con lo que se vio sobre el escenario. Amor y buenas intenciones, pero mal ejecutadas. Poco tacto en el cuplé y en el popurrí, que fue lo mejor de su actuación.
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6.- ‘La niña del viento’: La comparsa de Pastrana Jr cantaba con más fuerza que nunca, con una potencia insospechada, sacrificando el tono melódico y sencillo de las últimas comparecencias. Partes brillantes, como el final del popurrí y la presentación, que alternan con otras regulares. Muy buen grupo.
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7.- ‘El vendedor’: No ayudó la hora. Ni la interpretación, ni la música ni la letra. Errores vocales inaceptables, en los que la desafinación provocaba hasta irrespetabilidad en los oyentes. Necesidad urgente de que arreglen este serio problema si quieren progresar en el Carnaval de Cádiz.
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