COAC 2020

Pase preliminares COAC 2020 de La ciudad de Dios. Cuando los jóvenes dan las lecciones

La comparsa de la cantera dejó claro que lo del año pasado no era un espejismo

Por  20:48 h.

Valoración: BUENA 

La agrupación tenía el reto de confirmar las buenas sensaciones dejadas el año pasado. Y desde los primeros sones de la presentación lo fueron haciendo con unos ritmos suaves, cantados de la manera en que es especialista este grupo, sacando partido de la palabra con tonos equilibrados. Emplean distintos instrumentos, como cencerros, para reforzar la étnica puesta en escena, en la que no faltan los bailes. Son el Carnaval de Brasil, pero traído a Cádiz.

 

El primer pasodoble, recuerdan los buenos momentos vividos el año pasado con Los niños sin nombre. “Que yo te vine a cantar y el corazón me robaste”. La humildad de las letras de Piru encajan como un guante en los toques del Tomate. “Por eso te quiero entregar a ti mi 3×4 que nace en el puente canal”, proclaman estos “15 corazones que hoy aquí te cantan”. “Es la única manera que tengo de darte las gracias,entregarte a ti mi comparsa”. El grupo demuestra que, cuando se tiene razón, no hay que alzar la voz ni repetir las frases, repetir las frases, repetir las frases, ni chillar.  Al segundo, al espectador de Carnaval: “Miramos al teatro mirando de reojo, como si estar aquí fuera una obligación. Como si no sonara gaditano, y lo que no suena gaditana es tu afición”. “Los gritos del Pillo y María ya no volverán, no dejad que nadie se duerma en butacas”, le piden al respetable. No ha dejado de ser irónico que mientras pedían que el público escuchara, éste se ha puesto a gritar y aplaudir y ha impedido que se oyera el remate del pasodoble. Milagros del Falla son.

 

Empiezan los cuplés, a ritmo de pitos y entonando el “carnaval te quiero” del Carnaval brasileño. El primero, a que son ladrones de poca monta, en Brasil le buscan, aquí estarían de políticos trabajando. El segundo, el típico a los tipos del retos de agrupaciones. Hay tantos que van de animales que en camerinos en vez de vino, toman pienso. A ellos les gustó Subiiela, que en vez de olé gritar Chedar.  El estribillo, una suave declaración de amor a Cádiz con la que, a buen seguro, serán felices en la carpa y cuando salgan de ella.

 

El popurrí consigue algo de lo que no pueden presumir muchas comparsas: no aburrir en ningún momento.. “Si faltan las perras, los que mandan se inventan las guerras”. Entonan un “traigo jaleo” que, a ben seguro será muy escuchado este año en las calles. “Fabrico zapatos con los pies descalzos, fabrico balones para jugadores que ganan millones mientras yo duermo en la calle” subraya unas letras muy comprometidas socialmente. Durante todo el repertorio la música parece que no está, de lo bien encajada que está al repertorio y a la interpretación de los jóvenes componentes. “Qué orgullo gritarle al mundo soy del sur, igual que tú”, proclaman en un repertorio reivindicativo pero sin perder el aire festivo. Incluso se permiten una cuarteta romanticona sobre un amor “bajo una lluvia de colores” en Carnaval. Son jóvenes y para jóvenes (de cualquier edad).

 

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