'Los campaneros', comparsa de Kike Remolino.

Carnaval de Cádiz

Carnaval de Cádiz: El tañido de las campanas despierta al Falla

La comparsa de Kike Remolino calienta a un Teatro gélido pese al calor de la chirigota del Canijo y el fuego de 'Los incontrolables'

Por  1:51 h.

Pepe Martínez y José Manuel Cardoso intentaban calentar al Falla con el fuego de ‘Los incontrolables’. ‘¡Que caló”, gritaba el Canijo, pero el teatro seguía congelado, gélido. Entonces el tañido de las campanas de Kike Remolino despertaba al Gran Teatro con un gran conjunto de voces y un repertorio completo, literaria y musicalmente, para otear el Carnaval desde las alturas. ‘Los campaneros’ resuenan con fuerza merced a una constelación de estrellas carnavalescas y al tino del autor, que conoce sus limitaciones a la par que explota sus virtudes. Impecable la puesta en escena.

 

Es una manera de cantar. Otra, bien distinta, más compacta y con menos florituras, es la de la comparsa de Pepito Martínez, acertadísima en la idea y desajustada en la ejecución. La potencia sin perder la afinación es su fuerte, pero le cuesta más enganchar. Tampoco lo lograba el Canijo, quizás porque el tipo de gitano provocaba extrañeza en un aficionado que esperaba otra cosa sobre el escenario. Algunas risas arrancaba la chirigota sevillana del Flores. Pero es que el frío invernal de la calle se colaba por los resquicios del templo de los ladrillos coloraos.

 

1.- ‘La comuna’: Esta comuna anarquista, con alcaldes de andar por casa (los titis), escogía una buena idea pero no la desarrollaba con acierto por sus errores en la interpretación. Muy desajustadas las voces, impidiendo disfrutar de una buena selección musical y del repertorio literario.

 

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2.- ‘Ahora bajo…que me estoy cambiando’: Sorprendían a primer golpe de vista con su tipo de semáforos, original y desconocido. Le faltó más humor en sus letras aunque intentaron hacer reír en un Concurso que está destacando por las chirigotas sin gracia.

 

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3.- ‘El catedrático’: La comparsa de Andújar causaba sensación pero en su aspecto negativo. El pasodoble tragiquísimo se aleja dela esencia del Carnaval, en donde se puede buscar la emotividad, pero no asaltar al público con estas historias. Para colmo, mal interpretada. De lo peor de este año.

 

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4.- ‘Lo que nos faltaba’: Era la playa. Lo que faltaba en Sevilla. Chirigota simpática con buenos golpes, que fue de menos a más y hasta trajo a Agustín Bravo para hacer un cameo. Bromas arriesgadas, funcionaron unas mejor que otras.

 

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5.- ‘Los incontrolables’: Buena idea pero mal tratada en el disfraz, demasiado ‘amateur’ en un Concurso tan profesionalizado. Música de pasodoble preciosa, como suele acostumbrar, y el grupo no se resiente pese a las bajas y suena igual o mejor. Popurrí para escuchar atentamente.

 

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6.- ¡Qué caló!: El Canijo abandona el foame y trae un tipo muy terrenal. De gitanos. Con un poco de malaje y un acento que perjudica a la interpretación. La música de Bienvenido es excelente pero nada chirigotera, y al autor le cuesta encajar su ingenio. El popurrí es la parte más divertida de su repertorio.

 

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7.- ‘La errante’: Pecaron de exceso en la interpretación. Quisieron enganchar y quizás por los nervios o por la falta de complicidad con el público nunca estuvieron cómodas.

 

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8.- ‘Los campaneros’: Comparsa muy completa de Kike Remolino, bien desarrollada en todos sus partes. Espectacular puesta en escena, bonita música de pasodoble, el grupo canta bien aunque por momentos suena algo estridente y el popurrí es sensacional. En las alturas de la modalidad. Bienvenido.

 

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