UN DÍA CON... ANTONIO VENTURA

Triana disfruta por fin de un encuentro en la segunda fase

Después de ocho años de participación, el grupo hispalense impulsado por el veterano corista, disfrutó ayer de una jornada previa entre los mejores del Falla

Por  3:02 h.

 

La jornada soñada por Antonio Ventura Barla como corista gaditano, aunque llegado de Sevilla tuvo un prólogo horrible. El fallecimiento de un familiar le dejó claro que la vida real va inamovible por un camino que pisotea juegos y fiestas. Su jornada previa a un momento buscado durante ocho largos años de participación con el coro de Sevilla fue muy dura por asuntos que nada tienen que ver con el Carnaval. Ayer, las coplas le sirvieron de válvula de escape. Corista con larga trayectoria en La Viña, decidió llevarse su afición a Sevilla cuando se trasladó por motivos de trabajo en 2003. Tras ocho intentonas ha conseguido que su grupo pase a cuartos y disfrute de una noche entre las mejores, de una segunda cita con el Falla en un mismo año.

11.00 HORAS

Antonio Ventura pasa la mañana pegado al teléfono. Desde Cádiz, espera al grupo que llega de Sevilla por la tarde y trata de controlar todos los detalles. «El año pasado íbamos de cantineros. Preparamos una cantina de atrezzo tres meses antes y cuando íbamos a debutar… Se nos olvidó en Sevilla». Este año no quiere que pase nada. Recorre La Viña y el centro. Todos le saludan. Es el decano y el embajador del coro hispalense, este año ‘Café teatro Alameda’. En un papel lleva dos cuplés nuevos, escritos hace menos de 24 horas: «Aún me los estoy aprendiendo».

16 HORAS

Mientras llega el autobús de los coristas, da tiempo a pasar ante el Falla: «Siempre que vengo a Cádiz, que es cada pocos días, paso por delante del Teatro. Y por delante de mi Cristo de la Expiración, que he llevado sobre los hombros tantos años».

18 HORAS

Espera el autobús en la plaza de España, pero ha aparcado en La Caleta. Finalmente, reencuentro en el local de la calle Zaragoza, donde se cambian. Está nervioso, pero menos: «Esto ya es una fiesta para nosotros y vamos a disfrutarlo». No hay mejor uso del Carnaval y el tango. Disfrutar, que para sufrir ya está la vida real.