UN DÍA CON... JOSÉ LUIS FATOU

Paseando bajo el sol a la espera de ‘La madrugá’

José Luis Fatou pasa las horas previas a su actuación compartiendo su tiempo entre la familia y los preparativos de una noche que espera que vuelva a ser mágica

Por  3:10 h.

 

Apesar de su juventud, José Luis Fatou acumula ya quince febreros subido a las tablas del Falla. Primero en el coro de La Viña y después en el de Quico Zamora y Faly Pastrana, sabe lo que es ganar un primer premio y contar con el favor del público, pero también sabe lo que es sufrir un cajonazo. Después del pelotazo del año pasado con ‘Los tangueros’ confía en reverdecer sus laureles.

10 HORAS

No tiene rutinas fijas los días de actuación, normalmente se relaja haciendo deporte o paseando, pero ayer tuvo que hacer varias cosas por la mañana. Antes, un vistazo a la prensa para seguir la actualidad, especialmente la carnavalesca. Eso sí, pasado el mediodía decidió darse una tregua y darse una vuelta por el Campo del Sur.

14 HORAS

Como suele hacer los días de actuación, fue a almorzar a su casa para pasar un rato en familia antes de empezar a prepararse para la intensa noche. Una comida tranquila, acompañada de la conversación y los consejos de su padre, histórico corista de La Viña. Antes que él ya su abuelo y su bisabuelo engrandecieron la leyenda del tango gaditano. Aunque no descarta participar algún día en la modalidad de comparsas, sabe que siempre estuvo predestinado para subirse a una batea. La genética es lo que tiene.

16 HORAS

Es la hora fijada para reunirse con el resto de compañeros de su coro, ‘La madrugá’ en el lugar donde ensayan a diario, en la plaza de San Agustín. Caracterizarse de grillo requiere un arduo trabajo. Se maquillan por turnos y hasta pasadas las ocho de la tarde no enfilan la plaza del Falla. Suben a camerinos, dan los últimos repasos al repertorio de la noche. Unas letras de calidad, «al nivel que requieren unas semifinales». Baja el telón. «¡El viernes otra vez señores!». La suerte está echada.