UN DÍA CON... DESIRÉ TEY

De cómo sacar a unos de la cárcel y meter a otros en cuartos de final

La joven música vive el día de su regreso al Falla con una inoportuna gripe entre reuniones institucionales y su trabajo de ayuda a reclusas de Puerto III

Por  2:23 h.

 

Algunos tienen el aspecto que se merecen y Desireé combina unas rastas con una enorme e imbatible sonrisa. Sumadas, recuerdan a esas mujeres africanas capaces de conservar un titánico afán de lucha por los suyos en mitad de todos los problemas posibles. Música de formación, profesión y alma, combina su grupo funky con su pasión por el coro. Anoche presentaba ‘Los de sálvame’, un coro con siete años de trayectoria que intenta el asalto a cuartos de final. «Es más fácil dejarnos fuera porque no hacemos ruido, no protestamos, creen que nos da igual pero nos duele como a los que más».

9.00 HORAS

Desireé empieza la jornada con una reunión trascendental. Tiene que sentarse con una diputada provincial que le comunicará la subvención que recibirá la asociación en la que trabaja, llamada CEPA. Este colectivo está dedicado a atender a mujeres reclusas (en Puerto III). Organiza e imparte talleres, desde manualidades hasta música, teatro, lectura, cine: «En realidad se trata de ayudarlas, de escucharlas, reclaman atención. Si es preciso, jugamos al bingo con ellas». Hace lo mismo, por la tarde, en el local de Beato Diego de Cádiz, con chavales que acaban de tener algún encontronazo con la Justicia, que acaban de salir de prisión o tienen riesgo de entrar. «Se trata de conseguir que se equivoquen solo una vez, que no acaben siendo delincuentes». Aún así, admite que la reinserción total «les llega a pocos, a muy pocos».

12.00 HORAS

Vuelve de la reunión en Diputación y se reúne con sus compañeros. «Nos han recortado la subvención a la mitad. El año es muy malo. Hemos perdido algunas subvenciones, como la de La Caixa. Otras, han bajado a la mitad. Tenemos que renunciar a trabajadores que tenemos contratados y podemos atender a menos personas».

17.30 HORAS

Además de esta labor, la profesora de música tiene que combinar los nervios del debut con una una gripe. De todos los días del año, ha aparecido en uno de los peores. Después de comer, va por el tercer analgésico. Junto a su inseparable Germán Moreno (coautor del coro, que trabaja en uno de los bares más carnavalescos de Cádiz, El Cañón), dirige la operación de vestuario y maquillaje en la Peña Los Juancojones.

Van de salvavidas, de vigilantes de la playa, sin más atuendo que un bañador para ellas (con bermudas añadidas) y calzonas con camiseta de tirantes para ellos. Así, en pleno febrero y con unas décimas de fiebre sale Desiré hacia el Falla. Demasiadas ganas de ayudar -a reclusas o coristas- para dejarse intimidar por el frío.