BASADO EN UN HECHO REAL, POR JUAN JOSÉ TÉLLEZ

Los forajidos del Carnaval gaditano asolan las calles

Por  0:52 h.
Los forajidos del Carnaval gaditano asolan las calles

 

Desde la noche del sábado, ya están puestas las calles para que las crucen los forajidos del Carnaval, quienes no creen en reglamentos ni en primeros premios y prefieren los paseos a la fama. En cualquier esquina y a cualquier hora, o en las noches del Pópulo a mitad de semana, las chirigotas ilegales demuestran que otra fiesta es posible y que incluso caben duelos en la cumbre, aunque los disparos sean de papelillos, como el que este año protagonizarán nuestros mayores clásicos: la Banca Guatifó -imprescindible su libreto de ahorro y sus billetes de yacobraste, una moneda que nunca fluctúa porque la imprimen ellos mismos- y la nueva chirigota que su antiguo letrista, José Manuel Gómez ‘El Gómez’, ha fletado junto con Emilio Rosado ‘Miguiñi’ y otros callejeros como Marcos Zimerman que se resisten a jubilarse, quizá partidarios de los dos años extra que nos han regalado el Gobierno, la patronal y los sindicatos. Se titula ‘Los que ponen la primera piedra pero solamente la primera piedra’ y su tipo es el más barato de la historia de los carnavales: 1,5 euros, consistente en la adquisición de unos cascos de obra impolutamente blancos, de los que no se manchan nunca porque tampoco trabajan jamás. De ahí que se llamen minichirigota de paisano y que, con un perfecto terno de traje chaqueta, desgranan un puñado de cuplés y una canción pegadiza. Pero su repertorio cumple estrictas funciones de Protección Civil, ya que fijan, limpian y dan esplendor al perfil político de Chiqui Pérez Peralta al tiempo que alertan terapéuticamente sobre la posibilidad nada remota de que Teófila Martínez en Cádiz y Rajoy a escala estatal nos la metan doblada.

Con una chistera en forma de papelera, la letra colectiva de ‘La Banca Guatifó’ pone en solfa a los autores materiales de la crisis: «Con la crisis del 29 a muchos banqueros/ se les fue la olla y se tiraban desde un balcón/ y a los que han liado la crisis que tenemos ahora,/ como no se tiran, vamos a pegarles un buen empujón». Creen, eso sí, que la culpa fue del chachachá y no es de los bancos ni de los gobiernos. Atención al estribillo: «Su préstamo está concedido,/ no tiene que preocuparse./ Falta la firma del director,/ que lo firmará/ cuando salga de la cárcel».

A bordo de ‘Los Guatifó’ siguen Julián Marcos, Antonio Matos, Devon, Pedro Morón, Luis y Manolo Padilla -los hermanos de Paz-, Juan Rodríguez Guanín y Juan Romero ‘Caracol’, que el domingo saludaba a su hija a la puerta de Los Dedócratas, convenientemente uniformada de la Sección Femenina de Malange Española, una ilegal que este año rompe la pana y las camisas azules y que viene a sumarse a la tradición de las chirigotas de mujeres como la de Eva Tubio, que en esta ocasión van de ‘Las Callejeras del 3×4’ o la chirigota de las Niñas, ‘Las Chirigóticas’, que completan junto a Ana y Alejandra Gómez o Teresa Quintero, Miriam, Merillou, Genma y, este año como novedad, la postulante Patri. Van de ‘As Mulatas da Cabalgata’ y a su repertorio como siempre le faltará ensayos pero le sobra ingenio.

Alberto y Nacho Serrano, Paco Mesa, José Moreno, Miguel Brun, Luis Bocuñano, José M. Gómez, Mario Fuentes y el gallego gaditanizado Faustino Núñez dan vida esta vez a ‘Bienvenido Mister Doce’, una chirigota de casapuerta promulgada en Cádiz cuyo inteligente vestuario juega a mitad de camino entre los majos de Cádiz y nobleza baturra. Quienes fueran ‘Los tipos de interés’ tiran a dar este año con los fastos del 12, aunque para librar a Cádiz de todos sus males, haría falta una expo, dos olimpiadas y tres mundiales.

Cuánta más hambre en el reino, más prosperan las ilegales. Este año bate récords, desde ‘Espero que te Gurtell’ a ‘Tiesos por la Pepa’, ‘Los composturas’, ‘El sushi de tu hermana’, la chirigota de Antonio Gómez con música de Luis Téllez y que reúne a 17 integrantes, hasta los clásicos El Cuqui y El Retama, romanceros de leyenda con quienes este año compiten, entre otros, unos extraordinarios ‘San Servando y San Germán, una historia de martirio que a más de una beata conducirá hasta el delirio’, de Sergio Torrecilla, que anoche se vieron las caras con otros veinte concursantes de lo suyo. A estas bandas de cuatreros carnavalescos no hay sheriff ni padrinos que las detengan.