BASADO EN UN HECHO REAL, POR JUAN JOSÉ TÉLLEZ

Hasta que las semifinales del Concurso nos separen

Por  3:17 h.
Hasta que las semifinales del Concurso nos separen

 

Un concurso s un concurso y hasta aquellos a quienes no nos gustan los concursos, entendemos que tienen sus reglas. Quizá, de hecho, es por eso no nos gustan. Hasta que las semifinales nos separen, todo va bien y el Gran Teatro Falla es una comuna de la alegría, una asamblea general del buen rollito, una apoteosis de la ojana. Ahora, empieza el crujir de dientes y como, siguiendo el proverbio bíblico, muchos son los llamados y pocos los elegidos, los muchos se mosquean y los pocos se miran de reojo como los malvados de una película de serie B, con la inquina del melodrama, con el linaje de los hermanos Malasombra que intentaban hacerle la vida imposible a Locomotoro, Valentina y el Capitán Tan en la remota televisión infantil de las infancias más maduras. La mala hostia de esta conquista ciega por el poder ya ha dejado caer que la chirigota ‘Los antesdeayertesday’ actuaron el otro día en Utrera con todos sus avíos, a ver si el CSI del Jurado les descalifica como si fueran cordobeses.

Esta vez, como no podría ser de otra manera, hay varios anteproyectos de cajonazo. Uno de ellos es la chirigota de ‘The Cádiz Post Time’, de Vera Luque, ¿y qué podríamos esperar sino que descalificaran a una parodia del periodismo cuando los periodistas nos descalificamos a nosotros mismos cada día? ¿Qué cabe aspirar, chirigoteros reporteros y reporteros de chirigota, sino zancadillas diarias, puñaladas por la espalda y la precariedad de un primer premio en certámenes pobres pero honrados, aunque siempre lejos de la primera plana de la catedral de los ladrillos colorados? ¿Cómo ha caído el maestro Manolo Santander fuera de semifinales? El programa Cuarto Milenio lo mismo le dedica un reportaje: sus ‘Angeles y malanges, las dos caras de Cádiz’ tenía sabor, pero han dejado al respetable con la boca abierta y la miel en los labios. Otra controversia es la de ‘Los diestros muu diestros’, de Puerto Real, que, ¿a dónde iban parodiando a los fachas con lo de moda que está el facherío en media Europa? La canallada más canalla quizá lleva el nombre de la chirigota del Sheriff, ‘Cai Story’, Y aunque su repertorio fuera manifiestamente mejorable, ¿cómo van a amortizar ahora los dinerales que seguramente se han gastado en el tipo? El jurado del Falla podría haber tenido piedad y haberlos metido aunque fuera en un Ere de pito y caja, o en un Gürtel donde algún tío del bigote aceptara comprar a buen precio las estrellas del paseo de la fama, o que el presidente Camps aceptara quedarse con los trajes, pero esta vez pagándolos.

Las semifinales, eso sí, han dejado un cupo exiguo para la inmigración carnavalesca. Tan sólo tres agrupaciones de fuera de Cádiz, como una implacable Ley de Extranjería que tan sólo nos deparará este año la presencia de tres clásicos de más allá de Cortadura, el cuarteto de Algeciras, que este año se intitula ‘Aquí el que no corre vuela”, la comparsa portuense ‘Al volver de los ensayos’ y “Los niños cantores de viena o de manolete”, que ha recogido el testigo de Sevilla después de que El Canijo de Carmona se convirtiera en franquicia y consiguiera permiso de trabajo y residencia en las agrupaciones de Cádiz.

Hay un jurado sin piedad, que es el de la calle. Más allá de quien llegue a la Final, habrá que ver quien se lleva el pescado al agua de la popularidad. No siempre los contratos y los aplausos respetaron la calificación oficial. La grandeza de este Carnaval y de este concurso es que no siempre gana el que gana ni pierde el que pierde. Pero, en los próximos días, no me atrevería a repetir esto a ninguna agrupación que haya quedado en fuera de juego.