Veneno… pero del bueno

La comparsa de Aragón cierra la primera parte de la sesión con un repertorio fiel a su estilo

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La banda del capitán Veneno ha cerrado la primera parte de la sesión con
sus coplas, marcadas por el sello inconfundible que Juan Carlos Aragón
confiere a todas las letras que interpretan sus agrupaciones.
Primer pasodoble dedicado a la soledad, a la que considera “la única que jamás me ha abandonado, la única hermana que vence a las puestas de sol cada tarde”, una letra muy de su estilo, tratando temas existenciales. En el segundo ha criticado “el veneno” del Carnaval, a la vez que ha comparado el concepto que tenía de la fiesta cuando era pequeño y escuchaba las coplas con el que tiene ahora que lo vive desde dentro, “eso es carnaval, unas mafias a la sombra y otras al sol”.
Los cuplés, como suele ser habitual en él, han sido muy picarones y graciosos, aunque el segundo quizás ha sido demasiado borde. En el primero ha hablado de una vecina suya muy antipática a la que un buen día le quitó él todas las tonterías, mientras que en el segundo nos cuenta lo que tuvo que hacer para darle de comer a su perro y las consecuencias que tuvo aquello.
El popurrit, al igual que en preliminares, se hace un poco largo, aunque parece que estamos ante una de esas comparsas que de primeras no entusiasma pero va ganando enteros a medida que se va escuchando.
En líneas generales, puede decirse que han estado mejor que en el primer pase, que han sonado más bonito, pero quizás todavía les falta algo, subir un peldaño más, para llegar a lo que dan la impresión de poder dar.
En cualquier caso, el público ha celebrado mucho su actuación y les ha aplaudido con fervor.