Unos bicharracos en el escenario

Los bichos completan un pase que deja un pasodoble para la polémica

Por  0:00 h.
La chirigota de Manolo Santander ha terminado su actuación entre los
aplausos del público, aunque quizás no han estado al nivel que se
podría esperar de una agrupación tan señera como la suya. No es que no haya sido un buen pase, pero tendrán que mejorar si quieren aspirar a algo más.
Una vez más, el pasodoble ha sido el plato fuerte de esta chirigota, que sigue cojeando en la presentación y en el popurrit y no termina de convencer en los cuplés. Primera letra de pasodoble dedicada a La Viña, “un barrio de parados y delincuentes”, pero que “es mi barrio, donde vivo y donde muero”. En el segundo, hace una reivindicación de la figura de Fermín Salvochea, para el que reclama el bastón de regidor perpetuo de la ciudad que ostenta el Nazareno “que con todos mis respetos no sé qué habrá hecho para merecerlo”. Tibia reacción del público a este ataque contra uno de los iconos de la ciudad para defender a otro, que parecía de todo punto innecesario, pero él sabrá.
Los cuplés, ambos con el mismo final dedicado a Marichalar, un recurso al que ya han recurrido otras agrupaciones este mismo año, mientras que el popurrit tampoco acaba de convencer al público, que prácticamente y a diferencia de otros años, no ha participado con la chirigota, excepto en el final, cuando sí que se han sumado con palmas.
Decididamente no es de sus mejores años.