Una brujas muy marineras

A contracorriente, comparsa femenina de Barbate, completa su actuación con mucha entrega

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Podrán gustar más o menos, pero nadie puede discutirle a esta comparsa
femenina la implicación y el tesón con el que han defendido su
repertorio, desde que subió el telón hasta el final del popurrit.
Siniestro aspecto el de estas brujitas marinas, con lentillas de serpiente incluídas, pero que han demostrado sobre las tablas todo el pundonor y el coraje que para sí quisieran muchas agrupaciones de las que se consideran punteras. Ya lo advertían en su presentación: “tengo la frescura de mi gente, que me hace sentirme valiente”.
El compromiso ha estado presente en los dos pasodobles; en el primero, han querido reivindicar a su tierra barbateña, utilizando para ello la tragedia del Pepita Aurora, aprovechando por el camino para dar un toquecito a la clase política y a la sociedad en general “vengan ahora y digan que mi pueblo vive del dinero negro”. En el segundo, han hecho un repaso por todos los tipos de madre, para terminar diciendo que “como la mía ninguna”.
Los cuplés, un tanto sosillos (mejor el segundo) han estado dedicados a los cambios que han sufrido en sus cuerpos por vivir bajo el agua (final picante incluído) y al estado de sus nervios ante la actuación.
El popurrit, un poco alto de tono para las voces de estas chicas, que sin embargo han agradado al público.