La chirigota El código la Viñi, una de las más esperadas de la sesión

El público la ha recibido cantando el conocido

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La chirigota El código da Viñi ha revolucionado el teatro desde antes
que comenzara a interpretar su repertorio. El público ha aplaudido,
cantado, vitoreado, bailado… por primera vez en lo que va de
concurso. La presentación ya ha embelesado al Teatro, que ha terminado
levantándose de sus butacas para aplaudir.
La melodía del pasodoble es de lo mejor que se ha escuchado entre las dos sesiones, con letras emotivas, comprometidas y que transmiten su mensaje con claridad.
La parte más débil de esta agrupación es, sin duda, el tipo. Muy pobre estéticamente, lo que podría llegar a perjudicarles seriamente, dado lo ajustado que tradicionalmente acaban las puntuaciones en esta modalidad.
Los cuplés, muy ingeniosos, igual que el estribillo, que seguro que va a ser de los más coreados a lo largo del certamen y después en la calle. El primero, no lo voy a desvelar porque no tiene desperdicio y hay que escucharlo. El segundo, también lleno de mordacidad y con el público cantando al unísono el estribillo.
Y el popurrit ha estado a la altura del resto de la actuación: mucha implicación del público, mucha coreografía, músicas dinámicas y, eso sí, muy muy metidos en el tipo.
Una muy buena chirigota, que cuenta con el apoyo del público y que puede ser una de las grandes del año, como ya ocurrió en 2007, cuando fueron Los gladiadores de la Caleta.