La cárcel de febrero demuestra que no siempre que se quiere se puede

Floja agrupación llegada de Punta Umbría

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La comparsa La cárcel de febrero ha terminado su representación ante un frío y escaso público, sin poder llegar a conectar en ningún momento. Bien es cierto que las condiciones de su actuación no han sido las mejores, pero la verdad es que no ha tenido demasiados argumentos, mostrándose bastante limitada en todo su repertorio, aunque no se les puede negar empeño y entrega para defender sus letras, que es, quizás, lo más débil, además de una afinación un tanto falta de trabajo.
Como decía, las letras son el punto más débil de este grupo, aunque de entre todas ellas ha sobresalido uno de los pasodobles, dedicado a los inmigrantes, los racistas españoles y defendiendo la plena integración.
Regularceja, pero digna.