La Brigada no apaga al público

La comparsa sanluqueña canta sus coplas con buen gusto y sin alardes

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Una joven brigada de bomberos llegada desde Sanlúcar consigue salvar el
tipo con una digna actuación, en la que han interpretado letras de
compromiso social, como el segundo pasodoble, dedicado a ETA.
Segunda participación de este grupo sanluqueño en el Concurso, después de la de 2006, cuando vinieron como La fuente de mi vida.
La agrupación, salvando las distancias, está en la línea de otras comparsas de jóvenes autores, que se decantan por el cante suave y con gusto, en detrimento de la preponderancia de los contraltos tan típica en la modalidad. Correcta la suerte de pasodobles, en la que han dedicado el primero a presentarse, mientras que en el segundo, dedicado a ETA, se han mojado a base de bien, pidiendo, como hicieran ya otros autores (Quiñones, con Suspiros de Cai, por ejemplo), la pena de muerte para los terroristas. Quizás en los tiempos que corren, sea anacrónico pedir algo así, pero hay que valorar positivamente el arrojo del autor por expresar su opinión, independientemente de la corrección política o no de ello.
Bajito el nivel de los cuplés, aunque mejor el segundo y el estribillo. El popurrit, aceptable.
El público ha recompensado generosamente el esfuerzo de esta brigada, que también se ha beneficiado del ambiente tremendamente festivo imperante hoy en el falla.