son una muestra de ello. Con voces muy claras, sonido de comparsa
clásica y ritmo marinero en sus coplas, han conseguido el
reconocimiento del público.
Después de unos comienzos de presentación un tanto titubeante, con un extraño movimiento por el escenario, la agrupación ha sabido conectar con el público, al que le han ofrecido unas buenas voces, con una estupenda segunda, bien afinadas y que no han caído en la tentación de querer subir más de lo debido.
Excepcional el primer pasodoble, dedicado a las víctimas del Pepita Aurora, que ha conseguido poner a buena parte del patio de butacas en pie y ha arrancado una sonora y cerrada ovación de todo el Teatro.
El segundo ha ido para los violadores que salen en libertad, aunque el autor de la letra ha caído en la tentación de justificar a los padres que se toman la justicia por su mano, algo que no debe hacerse. Muy aplaudido por el público también.
Los cuplés, sositos, como podría esperarse, aunque con un muy sentido y musical estribillo (un poco largo quizás), que ha sido muy celebrado y que termina diciendo “Cai me quita el sueño, te lo jura un barbateño que muere soñando en plata”.
Bonita combinación de voces también en el popurrit, que el público ha premiado con aplausos y alguna que otra interrupción con palmas.
Nadie debe sorprenderse si esta agrupación consigue el pase a semifinales, porque por lo visto hoy, tienen posibilidades.