Para un comparsista con la experiencia y, sobre todo, la espectacular trayectoria de Ángel Subiela debe ser difícil escoger un año como especialmente significativo para él dentro del Carnaval. No obstante, apenas titubea para destacar como un año redondo 1998. Fue el año en que su grupo, aún compacto, aún con Martínez Ares como letrista, dio un pelotazo que aún hoy se recuerda, el de ‘Los piratas’.
-¿Qué hizo de aquel año 1998 algo tan especial para usted?
-Puede ser que lo inesperado que fue todo. ‘Los piratas’ fue un auténtico bombazo, y sin embargo en principio yo no apostaba ni un duro por el popurrí. Me acuerdo que cuando dejamos entrar a la gente por primera vez en el ensayo escucharon el popurrí y no les gustó nada.
-¿Y tuvieron que hacer algún cambio?
-Pasamos una noche muy mala, todos llamándonos por teléfono, muy agobiados. Sin embargo a nosotros nos gustaba, nos asaltó una duda muy grande. La cosa era que el popurrí era justo lo que estábamos todo el tiempo cantando porque nos gustaba mucho e hicimos otra prueba. Ese segundo día en el ensayo le explicamos a la gente la idea que queríamos transmitir y entonces gustó tanto que tuvimos que repetirlo tres veces.
-¿Fue duro llegar hasta el primer premio?
-Fue muy duro hasta que ganamos. El público estaba mucho aquel año con ‘El cielo de Cádiz’.
-¿Y que hizo que la balanza se inclinara por ‘Los piratas’?
-Una de las claves fue el pasodoble del maltrato. Fue una de mis primeras peleas con Martínez Ares. Él no quería escribirlo, y al final fue lo que nos dio el triunfo. Además, el público se fue volcando con nosotros, hasta tal punto que todo el mundo coreaba el estribillo a pesar de que era muy largo. Tanto es así que en la Final nosotros apenas abrimos la boca porque ya lo cantaba el público.
-Hay muchos que la consideran como una de las mejores comparsas de la historia.
-Desde luego de las tres últimas décadas es el pelotazo por excelencia. Yo creo que sí, que es una de las mejores comparsas que se han hecho, por lo menos entre las que han innovado en el Concurso es la mejor.
-¿Y con tanto éxito acumulado por qué se separó el grupo del autor?
-Nos marcó el año de ‘La Milagrosa’. Aquel Concurso Antonio fue el abanderado de la lucha porque las radios pagaran el canon a las agrupaciones y se castigó a la comparsa. Esto es así, uno años eres Dios y otros no eres nadie. Eso nos llevó a la ruptura. Hubo muchos sinsabores. Fue muy duro escuchar a la gente celebrar que nos quedáramos fuera de la Final. Después Antonio quería que cantáramos en la calle y nosotros nos opusimos por evitar males mayores.
-Y poco a poco el grupo fue disolviéndose…
-Casi todos seguimos juntos hasta que empecé con Tino Tovar y se unieron muchos de los que ahora cantan con Jesús Bienvenido, que ese año no iban a salir en principio. Con Tino sacamos ‘El espíritu de Cádiz’, que también ha sido de las mejores para mí.
-¿Y volveremos a verle en el Falla tras el descanso de este año?
-Seguro. No he hablado aún con nadie, es falso que haya un acuerdo con Los Majaras, pero será con un autor con quien comparta la forma de ver la vida.