AQUEL MARAVILLOSO AÑO... 2007

«’Las ajogaíllas’ supuso para nosotros el reencuentro del grupo»

Juan Antonio Osorio Guerrero fue integrante de las sirenas más gaditanas que acabaron el Concurso del año 2007 en la octava posición de la modalidad

Por  2:41 h.
«'Las ajogaíllas' supuso para nosotros el reencuentro del grupo»

 

Acostumbrado a sentir en el estómago los nervios propios del momento previo a la subida de las cortinas del Falla, en este año sabático Juan Antonio Osorio echa la vista atrás para recordar un tipo que ha marcado especialmente su trayectoria, el de las sirenas más gaditanas que han pasado por el Carnaval gaditano, ‘Las ajogaíllas’.

-¿Qué tuvo aquella chirigota para hacerla tan especial?

-Se unieron varios factores, pero el más importante es que supuso el reencuentro de un grupo, que es el que hemos mantenido hasta el año pasado y que había estado separado durante dos años. Después de cantar en adultos con ‘El retorno de Heidi’ y ‘Los sindicalistas’, que fue cuando llegamos por primera vez a semifinales, el grupo se rompió. Unos tiramos para un lado y otros para otro. Lo que pasó fue que algunos consideraban que nos faltaba tener un autor de referencia, pero después de dos años casi todos estábamos locos por volver a cantar juntos y llegó la oportunidad con ‘Las ajogaíllas’.

-¿Y a nivel del Concurso?

-Pues llegamos a semifinales. Fue un pelotazo desde el principio porque la gente no se esperaba el tipo. Gustó muchísimo, tanto en el teatro como luego en la calle. Recuerdo que en los dos pases de semifinales pegamos fuerte, pero me quedo sobre todo con la sensación que tuvimos después del segundo pase.

-¿Y qué le faltó a la chirigota para estar más arriba?

-No lo sé. Al final nos quedamos los octavos empatados a puntos con otra chirigota. Sinceramente creo que ‘Las ajogaíllas’ fueron maltratadas por el jurado, igual que nos pasó algo después con ‘Los de la carpa’.

-¿Quién fue el responsable del repertorio?

-Siempre se ha implicado toda la agrupación. Aunque algunos lleváramos el peso se escuchaban todas las opiniones. Aquel año José Juan Pastrana hizo la música y la letra de algunos pasodobles. La verdad es que, aunque el repertorio para mí no es el más completo, ‘Las ajogaíllas’ es la mejor chirigota que hemos sacado. Estoy seguro de que esta agrupación, de haber llegado algunos años más tarde, con el grupo más maduro, nos hubiera metido entre las importantes.

-¿Fue el tipo una de las claves del éxito?

-Sí, claro. Lo confeccionó mi madre, Luisa Guerrero, a partir de un boceto que hice. Además, fue el primer año que encargábamos un forillo. Nosotros colaboramos haciendo las piedras que llevábamos pegadas al tipo. Lo más complicado fue el tema del maquillaje. Me acuerdo de todos muertos de frío pintándonos la piel con rodillos y manoplas. Entonces todavía no se usaba lo de pintarse el cuerpo a pistola.

-Y en la calle también triunfaron…

-Sí, la gente nos siguió mucho. Además, ganamos el primer premio en el concurso al mejor popurrí en el tablao de la calle La Palma, que es algo muy difícil para una chirigota sin nombre.

-¿Y por qué este año ha decidido descansar?

-Por motivo de estudios. Para salir y no implicarme en la chirigota he preferido dejarlo.

-Pero volverá…

-Seguro. Además, creo que será con mi grupo de siempre porque podemos hacer algo grande. De momento este año saldré en una ilegal, ‘Aquí no hay quien moje’, a ver qué tal la experiencia.