AQUEL MARAVILLOSO AÑO... 1978

«Añoro la ingenuidad y la rivalidad sana de mis comienzos en juveniles»

El autor José Luis Bustelo recuerda con cariño sus primeros repertorios y su participación en las categorías de la cantera

Por  3:08 h.
«Añoro la ingenuidad y la rivalidad sana de mis comienzos en juveniles»

 

Hace ya más de 30 años de aquellos venezolanos que se llamaban ‘Los de Maracaibo’, la segunda agrupación de la trayectoria de José Luis Bustelo y con la que consiguió hacerse con el primer premio juvenil. El autor saboreaba entonces las mieles del triunfo, buscaba la sencillez de su estilo y conocía a algunos de los grandes comparsistas que después han escrito las páginas de la historia del Carnaval de Cádiz.

-Después de tantos años en el candelero, si vuelve la vista atrás, ¿con qué se quedaría?

-Me quedo, sobre todo, con la ingenuidad y la rivalidad sana de mis primeras comparsas. En 1977 saqué mi primera chirigota infantil, pero tengo especial cariño a la comparsa ‘Los de Maracaibo’, que saqué en 1978 y con la que me llevé el primer premio juvenil.

-¿Cómo era entonces el concurso de la cantera?

-Era un concurso bonito, muy sano, era como más de aquí. Además, no había lucha, como ahora y había mucha calidad entre los que participaban. Los grupos de la cantera cantábamos con los adultos, en la misma función, así que la expectación era grande y a nosotros nos motivaba compartir el espectáculo con los grandes.

-¿Había autores y componentes conocidos?

-El año de ‘Los de Maracaibo’, en infantiles sacaba Enrique Villegas, que también tenía su grupo de adultos. Él hacía un grupo en la peña La Estrella. También salieron muy buenos comparsistas de aquellos tiempos, como los hermanos Alcántara, Faly Mosquera, que por entonces tenía voz de pito, su hermano, Paquichi o Bohórquez. Estos fueron algunos de los que salieron de aquellos grupos.

-¿Qué acogida tuvieron aquellos venezolanos de ‘Los de Maracaibo’ aquel año?

-Muy buena; nos tocó actuar en la misma función que la comparsa ‘Raza Mora’, de Los Majaras del Puerto, y la verdad es que ellos y nosotros, cada uno en su categoría, fuimos los grandes atractivos del día. Recuerdo que cuando terminamos de cantar, el teatro se volcó con nosotros y el público estuvo más de diez minutos seguidos aplaudiendo al grupo. Imagínate que emoción.

-¿Cree que sería posible hoy en día volver a aunar en una misma función a los grupos de la cantera con los adultos ?

-Ahora es muy difícil porque el número de participantes en adultos ya es, de por sí, muy elevado, así que sería difícil encajarlo.

-¿Cree que hay tanta calidad hoy en día en el concurso de infantiles y juveniles?

-Hoy en día, los chavales están muy dejados por la organización. Yo creo que no se les trata bien y eso tiene su reflejo en la participación y en la calidad.

-Y ahora que ve el Concurso desde fuera, ¿qué le parece?

-Veo que hay dos concursos diferentes; uno entre los favoritos y otro entre los demás, que no tienen las mismas armas para luchar y parten en desventaja. La gente ya va condicionada al teatro, por eso yo ya no voy nunca. No soporto el ambiente de parte del teatro pasando de las demás agrupaciones, solo van a ver la suya. La verdad, es que lo paso mal.