OPINIÓN

QUÉ BONITO ESTÁ MI CÁDIZ.

Por  1:59 h.
QUÉ BONITO ESTÁ MI CÁDIZ.

Hace poco escuché un comentario en la calle al que no le faltaba ni pizca de razón, y es más, merecía que se le dedicara unas líneas. Comentaban entre grandes y ‘legendarios’ aficionados a la fiesta, que el ambiente creado alrededor del Concurso había cambiado tanto que echaban muchísimo de menos esos cantes populares con los que antes se amenizaban las sesiones del teatro.

Cierto es que la persona que aún ‘abanderaba’ eso y que este año , por motivos personales, aún no se ha podido escuchar era la gran María, ‘la Hierbabuena’, a la cual, personalmente, le deseo que vuelva pronto porque se le echa muchísimo de menos y su voz de aliento deja huella siempre. ( A veces hasta ‘demasiao’ en María. jajaja un besazo grande.) Tampoco me olvido del gran ‘Pillo’, José Payán, al que le basta solo con tres letras «Cái», para dejar un sello propio y tan gaditano que se te clava cuando suena en el momento justo. Éstos que menciono son algunos ejemplos que aún se sostienen y que ojalá duren muchos años más, pero a lo que se referían estos ‘viejos’ amigos eran a esos gritos en masa que arrancaban al unísono y de forma espontánea originados por el pellizco o la gracia producida por las agrupaciones, que excitaba de tal forma al respetable que hacía que se manifestara en forma de cánticos como: «Qué bonito, qué bonito, qué bonito está mi Cádiz, qué bonita mi ciudad.» o «esto sí que es una …». Incluso ese soniquete de palmas, tan característico de Cádiz o, si nos remontamos más atrás, y aunque yo era muy ‘chiquetitooo’, no se me olvidará jamás la imagen de la gente tirando flores a los pies del escenario, a esa agrupación que había levantado de forma unánime al teatro. Y que conste que antes cuando un teatro se levantaba era de verdad.

Sé que los tiempos cambian y que según cuentan . cualquier tiempo pasado fue mejor, pero a esos amigos a los que hago mención hoy quiero decirles que , al igual que el cuarteto, yo me metería en el Delorean de Marty McFly y me trasladaría totalmente de ‘coco’ a esos tiempos. Agur.