Los errores de Martin Burton

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Cantó Antonio Martín que le molesta este sistema de ventas de entradas, que se pierde la frescura del público y que, poco menos, te llegan de Pontebreda (provincia de Pontevedra) a enfriar el Falla por las malditas entradas vendidas por Internet. Pues se equivoca, mister Martín Burton. Cuando las entradas se vendían solo en taquilla decenas de miles de gaditanos no podíamos ni soñar en comprar una entrada. Los reventas eran dueños de las taquillas, atropellando al que hacia cola pacifica y ordenadamente. Yo he visto mujeres, ancianos y jóvenes humillados por estos señores ‘que se ganaban la vida’ con la reventa. Era la ley de la selva. Es más, para poder ponerte en cola debías estar parado, ser estudiante o jubilado. Ningún currante podía perder ocho o diez horas frente al Falla para adquirir entradas. Se nota que hace mucho que usted no hace cola en taquilla, don Antonio. Ahora tenemos internet, más democrático y menos mafioso, aunque algunos apuntan que no todas las entradas salen a la venta y  que, antes de llegar a las pantallas de nuestros ordenadores, ya han volado un tanto por aquí y por allá, pero eso lo puede explicar mejor usted en un pasodoble, que sin duda ‘pa’ eso es un fuera de serie.