Coac 2017

Esto no es un cuarteto

Un cuarteto de cádiz se ha convertido, por conveniencia de quienes por falta de talento tratan de desvirtuarlo, en una indefinición

Por  10:46 h.

Un cuarteto de Cádiz se ha convertido, por conveniencia de quienes por falta de talento tratan de desvirtuarlo, en una indefinición. Y por esa grieta quieren colar cualquiera cosa. Pero ¿qué es un cuarteto de Cádiz? Dado que es muy complicado ofrecer una exposición ajustada de lo que es, optemos por referir, por oposición, lo que no es. Y un cuarteto de Cádiz no son cinco tipos corriendo sobre las tablas del Falla, chillando y gesticulando, exagerando la realidad para buscar la complicidad con sus gestos. Eso es innato. Ya de bebés nos quedamos ‘embobaos’ con los movimientos pero papá haciendo el tonto no es un cuarteto de Cádiz.

Tampoco es una sucesión de chistes, que para eso estaban Gila, Eugenio o Arévalo, y el mercado está tan parado que nos sabemos casi todos. No es una recopilación de bromas extraídas de las redes sociales, porque si abrimos ese melón nos encontramos con Norcoreano y Carmelo como los sucesores del Masa y el Peña. Ni un monólogo al estilo del maestro Manu Sánchez o un diálogo como Faemino y Cansado, porque el repertorio debe descansar de manera equlibrada sobre todos los componentes. Un gracioso y cuatro palmeros no es un cuarteto de Cádiz.

Un cuarteto de Cádiz no es simplemente hacer reír. El humor es tan amplio que se puede acceder a él por numerosos y diferentes caminos. Desde los tropiezos de Pepe Viyuela a la maestría de Les Luthiers, los inolvidables Martes y Trece, pasando por (o esquivando) el humor grueso de los hermanos Farrelli en cine o el indefinible de José Mota A.C.R. (antes en Cruz y Raya) y todavía después. Todos hacen reír en media hora y no por ello son un cuarteto de Cádiz.

La apertura absoluta en esta modalidad, originada en su propia crisis, fue un empujón pero puede que al precipicio si los que mandan en esto, aficionados, prensa, autores e integrantes, no asumen la gravedad del problema. Este año se presentaron seis cuartetos, dos se retiraron y de los cuatro sólo un par superará la primera fase. Insuficiente. Basta con que algún listo con cierto respaldo decida sacarlos del Concurso del Falla y dejarlos al nivel del romancero, y argumentos tiene para ello. Por responsabilidad, por supervivencia, subrayemos todos esa línea entre el Cuarteto de Cádiz y el resto. Si te lo ofrecen, di NO.