OPINIÓN

¿EN QUÉ QUEDAMOS?

Por  2:38 h.

 

Een el siglo XXI no se puede dar esa imagen», frases como ésta se escuchaban en las colas del Falla, en las que me encontraba, por cierto, a inicios de este milenio. Mucho se había comentado lo importante y necesario que era implantar un sistema de venta de las entradas por internet de las entradas, como se hace en la mayoría de espectáculos en el mundo desarrollado en la actualidad.

Pues mira por dónde, hace varios años se implantó dicho sistema en el COAC, y la plaza de Fragela dejó de parecerse a un campamento, y los aficionados pudieron retirar sus localidades, pese a los problemas con el servidor. Pero ahora se ha dado un lamentable y triste paso atrás, y hemos vuelto a ver sillas de playa, juegos de parchís y sacos de dormir a las puertas del Falla. Todo ello motivado porque dicen algunos, aficionados pero sobre todo autores, que «el Concurso es para la gente de Cadi-Cadi», que si vendes por internet «te invade» gente de fuera que no entiende nuestras cosas y deja el Falla sin ambiente.

Esos mismos que critican la innovación tecnológica, propia de la época de globalización en que vivimos, están seguramente muy felices con la difusión mediática (gracias sobre todo a internet claro) que se les da a sus agrupaciones, porque de esa manera, se les escucha por medio mundo, y luego los contratan por media España durante todo el veranito, haciendo caja. Pero. ¿No era algo malo el internet en el entorno de las agrupaciones y el COAC? ¡Ah, no! Para eso no, porque si no seguramente no los volverían a llamar para cantar (cobrando) en Santoña o donde sea. Por lo tanto..¿en qué quedamos?