La final del Concurso del Milenio

CARNAVAL DE CÁDIZ 2020

Qué penita de Concurso

Por  8:00 h.

Una frase hecha, el nombre de una chirigota y/o el sentimiento que despierta, en general, para los que vivimos de lleno el concurso cada año, en lo que se ha convertido nuestro COAC. Nos jactamos de tener el concurso más largo del mundo, cuando bien sabemos que cantidad no es sinónimo de calidad, tras la tediosa fase de preliminares, con sus dieciocho sesiones, que tal y como se comenta en los foros carnavalescos, para los grupos punteros se vive como un puro trámite que hay que pasar para comenzar a concursar, para la mayoría de agrupaciones se vive como la oportunidad de hacerse un nombre en el carnaval y para otros, como el sueño cumplido de subirse a las tablas del Falla y/o la seguridad de llevarte los mil euros de derechos de imagen, con los que vivir un carnaval en la calle de gran categoría.

 

Esta fórmula que tenemos en la actualidad, solo va en detrimento del concurso y prueba de ello es el sentimiento de desazón generalizado entre integrantes de agrupaciones, autores, prensa y aficionado en general, temas que parece que solo salen a la luz durante el concurso. Largas sesiones, poca calidad de muchas agrupaciones, el aspecto de un teatro con el aforo vendido por anticipado, pero vacío en muchos momentos de la noche. Aquí algo falla, nunca mejor dicho.

 

Y es que, una vez que pase la Gran Final, todo caerá, un año más, en el cajón del olvido. Llegará la Semana Santa, el verano repleto de contratos para las agrupaciones, un Septiembre donde vuelven a renovarse las ilusiones por parte de los grupos y toda la maquinaria empezará a girar de nuevo. Por pura inercia.

 

No me deja de resultar curiosa la organización de nuestro concurso, donde los propios participantes, representados por sus correspondientes asociaciones y miembros de pleno derecho del Patronato del Carnaval, sean los que hagan y deshagan en el desarrollo del mismo. Pienso que tras el concurso habría que hacer examen de conciencia, si queremos darle al Carnaval de Cádiz el lugar que se merece. En la actualidad lo único que hacemos ante una desavenencia, son continuos cambios de fórmulas, de miembros de los equipos responsables, de reglas del juego por pura conveniencia de los colectivos. Y esto no es serio para nuestro carnaval. No nos permite madurar ni crear los cimientos sólidos que se merece nuestra fiesta. Nos merecemos un concurso de calidad, interesante para todos y a la vez, económicamente viable.

 

Esperemos no tener que aplicar jamás el dicho: “entre todos lo mataron y el solito se murió”.