Telón teatro Falla.
Telón teatro Falla.

Cartas de Dios Momo

Libertad de expresión

El carnaval televisado y omnipresente en las redes está coartando mucho

Por  7:15 h.

Parece que estamos en un año tranquilo para los ofendiditos, y no como el pasado. Y eso a pesar de que está habiendo letras gruesas. Sobre todo por la irrupción de VOX y algunas sobre los curas o la Iglesia. Tal vez los amagos de denuncia que al final quedaron en nada, y la respuesta de todo el carnaval han marcado el territorio que nuestra fiesta siempre tuvo. Del carnaval siempre se dijo que era transgresor y canalla. Últimamente ha habido colectivos que están pidiendo un carnaval que eduque en valores, más o menos. El carnaval televisado y omnipresente en las redes está coartando mucho. Ya no es un carnaval de esquinita, y de ahí la gran diferencia entre las letras de las callejeras y las del concurso. Hay un carnaval para televisar y otro para callejear.

 

Siempre digo que nuestra fiesta es algo así como las Fallas de Valencia, donde todo se pasa por el fuego. Allí nadie se altera porque en forma de ninot se queme a un político, a un rey, al Papa o a una bandera. Es su idiosincrasia y se respeta. Aquí debería ser igual. Quemamos con las coplas, cantando, pero ahí queda.

 

La libertad de expresión es como la pista de los coche-choques. Todos vamos a nuestra bola, pero a cambio damos y recibimos golpes. Hay un viejo refrán que dice “a la orilla del río canta la loca, cada uno se joe cuando le toca..” Yo también recibí en su día por un tema profesional que en realidad no llevaba. Y aquí sigo. Tal vez yo también haya sido duro en alguna letra con algo o alguien. Quizás alguna contra el alcalde Don Carlos Díaz, pero siempre cargando contra su gestión, nunca contra su persona, a la cual admiro y respeto. De todas formas mis disculpas si considera que me pasé.

 

La libertad en la coplas debe seguir. El carnaval no tiene que ser políticamente correcto, debe ser transgresor. Lo que no debe caer es en la mentira, ni en el insulto personal. Esos deben ser los límites. La injuria y la calumnia no deja de ser menos porque se haga en verso y se le ponga música.. Tampoco debe estar para ajuste de cuenta personales que a nadie importa. Por lo demás el carnaval debe ser reflejo de la sociedad de su tiempo, y hacerle una caricatura que exagera sus rasgos. Si encima el autor tiene la habilidad de hacerlo con ironía pues mejor que con el estilo directo y faltón que rima con ramplón.