Opinión

Inv-ictus I de Carmona

"Estoy seguro de que yo sería peor persona si Antonio no hubiese decidido dejarme entrar en su familia chirigotera"

Por  16:35 h.

Durante las próximas semanas, voy a aprovechar este rinconcito que me prestan mis amigos de LA VOZ para hablaros de los autores que han influido en mi forma de escribir. Hablaré del autor y de su obra pero sobre todo, hablaré de la persona. Considero que sus obras son la expresión de sus sentimientos y su forma de vivir y ver la vida y sería bonito que os ayudara con esto a entender mejor cuál es el nutriente de la obra que os regalan cada año.

 

Antonio Pedro Serrano es más gaditano que yo por mucho que yo naciese en el Hospital de Mora. Lo es porque cuando te quiere hacer reír, también te da una lección. Lo es porque en sus letras siempre hay lucha, pero también amor y ganas de vivir. Lo es porque, como Cádiz, Antonio nunca se rinde.

Ese amor y ese respeto que le tiene a Cádiz y a los gaditanos, lo demuestra al no presumir nunca de sus victorias y al no levantar la voz las veces que se le hirió solo por ser quien es, nacer donde ha nacido y demostrar que había otra forma de hacer chirigotas. 

 

Tanto le apasiona nuestra fiesta, que el año de ‘Contigo aprendí’ rechazó la posibilidad de hacer una gira de varios años por toda España ya que, de ser así, no podría seguir trayendo chirigotas al Falla.

Y es que Antonio siempre puso a Cádiz por delante de todo.

 

Esos valores me los guardo, para las coplas y para la vida. Estoy seguro de que yo sería peor persona si Antonio no hubiese decidido dejarme entrar en su familia chirigotera. 

Una familia de la que presumo siempre por sus principios y la calidad humana que proyectan en todo lo que hacen pero también por la educación y las buenas formas que demuestran en cada nueva tierra que tocan.

 

Rubén, el director de la chirigota, siempre recuerda que cuando iban a una nueva ciudad, Antonio Pedro siempre decía “No olvidéis nunca que vosotros estáis representando a Cádiz, no le faltéis nunca al respeto”

 

En cuanto a su forma de escribir, me quedo siempre con su manera de tocarte el corazón con la sutileza de una aguja. Hay quien necesita un grito, un estruendo para hacerte sentir algo. Antonio Pedro te susurra y te eriza la piel con verdades, sin aspavientos. Siempre te hace pensar. Eso es Carnaval con mayúsculas y es algo que siempre intento llevar en mis pasodobles – “mensajes amargos con palabras de caramelo”-

 

Sus letras suenan en todo el país y sin embargo lo que más feliz le hace es saber que nunca faltan en las noches de Caleta entre amigos. Es difícil elegir una por su calidad, así que me quedo con la lección que me dio en “Chernobyl, el musical” con el pasodoble que le dedicó a su hija.  No existe mejor manera de escribir al feminismo que desde la verdad que hay en los ojos de una hija luchadora.