Antonio Rivas fue el dios Momo.

CARNAVAL 2019

Encajes de Carnaval

Por  7:15 h.

La noche de martes fue para mí muy especial. Todo tenía que encajar. Se encajó que la Federación de Peñas había decidido darme el honor de ser El Gran Momo de este año, honor que comparto con menos de treinta gaditanos, que se han encargado del cierre oficioso del Carnaval; más bien de dejarlo encajao, no cerrado del todo. Se encajó que muchos amigos, de los que he conseguido y conservado durante mi trayectoria carnavalesca, hicieran encajes de bolillos para estar esa noche conmigo. Me consta que han venido de todas partes. Un caso especial fue el del coro mixto. Hacía muchos años que no se veían y que no cantaban todos juntos. El martes pudieron hacerlo acompañados de sus hijos, esos que eran los niños que correteaban por nuestros ensayos, mientras nosotros intentábamos escuchar las notas musicales que daba Adela con su guitarra. El martes encajaron las voces de los padres y de los hijos.

 

Se encajó un grupo liderado por Manolín Gálvez para cantar una pincelada de las chirigotas que compartí con él. Aunque por motivos familiares él no pudiera estar, dejó encajado el grupo. Se encajó Pepito Martínez con su guitarra y se sumó a su grupo, cosa que no siempre hace, y fue para mi una gran alegría verlo tocando allí. Se encajó el coro de Julio Pardo, el que más satisfacciones me ha dado, por estar tantos años juntos.

 

Se encajó la voz de Carmen Jimenez Barea, las notas musicales del pianista Sergio Monroy, las de Jesús Palacios y sus Caballatis, el buen hacer de Paloma, Mané, Miguel Angel Fuertes, Lolo con sus montajes de videos, Manue y sus atrezos, y Rafael Dodero con sus manos de sastre de lujo. Se encajó mi hijo como presentador del acto, emocionando con un discurso sin papeles, ahí es nada, luciendo el tipo del coro El Pregón, el suyo y el mío. Y se encajó mi familia con parte del los disfraces que fueron como peldaños de la escalera de mi gloria carnavalesca. Se encajaron los saludos de mis amigos del carnaval de Tenerife. Se encajó hasta San Pedro, que dio lluvia para la noche anterior y para la mañana siguiente, pero dejó en medio esa burbuja de tiempo para mí, de buen tiempo, para que me expresara, para que me divirtiera y para que llorara a la vez. Y entre tantos bonitos encajes, me encajo yo y digo que esto se acaba, el carnaval y lo mío. Y me despido. Por si fuera de verdad, que se acabó para siempre y no se queda sólo encajao. Muchísimas gracias a todos.