CARNAVAL DE CÁDIZ 2020

El chófer del Blam Blam: Ser poeta

Por  8:00 h.

Y es que las coplas del Carnaval de Cádiz son únicas, quizás será porque son letras cantadas, quizás será porque son música. Bajo el bastón de mando de una batuta, también se esconde el templo escondido de las plumas. Bibliotecas que cobijan en estanterías, las letras que son del pueblo, que no se venden, ni se fían.  Por eso en este esbozo de mis entrañas pretendo poner como ejemplo, algunos versos que durante este preliminar tiempo hemos escuchado, mereciendo ser leídos con atención y con saña. Recursos literarios que es el resultado de versos puros y cultivados, que se van mezclando para enriquecer nuestro templo de letras más sagrado.

 

García Argüez, muy listo él, utiliza una técnica para comenzar sus pasodobles denominada ‘in medias res’ , al igual que en este escrito tiene presencia: “Y cuando yo era un tono/ Cádiz me sopló/ y me dio la inteligencia…”. Recursos que podrían desmembrarse en su libreto, que en sí es una trampa para roedores de versos.

 

Díaz Quintana en su epílogo del pasodoble nos delinea una cuidada rima, que de abajo hacia arriba, es capaz de pescar cuartetas sin que nada sobre: “Dios hizo el oleaje /la roca, el cangrejo,/ el hombre hizo de espejo/ para reflejarse”.

 

Aragón Rodríguez con sus brujas y pócimas, por la misma lógica sencilla, hechiza con sus versos más druidas: “Y como yo soy el presente,/ por mucho que diga la gente,/ aquí te traigo mi tiempo, / que hierve en tu templo,/ de coplas calientes”.

 

García Rosado, con sus encaidenados, va danzando versos iniciando con la misma palabra con la que acaba el verso anterior:  “Cádiz cadenas de barrios/ barrios unidos por calles /calles eslabones de casas/ casas forjadas por mares, mares de gente sin calma/ calma de otoño en la playa/ playa de las mujeres…”. Haciendo honor a su leitmotiv, la concatenación debía estar presente con la anadiplosis. Además, en el resto de versos de la cuarteta sube encadenando palabras a la inversa: “Mujeres de niñas a mares, mares forjando sus casas/ casas eslabones de calles / calles unidas por barrios/ barrios encadenando Cai”.

 

Bustelo Sánchez, en este aspecto, merecía una artículo aparte, como tantos que no menciono por no parecer redundante. Y aunque a veces nos acordemos de las músicas o de las letras punzantes, qué sería de nuestro Carnaval sin poetas de cerco con jareta, de rima asonante o consonante. No. Ser poeta no es casual, aunque a veces lo parezca.  Aunque a veces salga sola la rima, sin querer hacer más, que una mera copla de Carnaval.