CARNAVAL DE CÁDIZ

De Momo a Momo

Por  8:00 h.

Hasta ayer tuve el honor de ser el Gran Momo del Carnaval de Cádiz, relevando a Antonio Martín. No he podido tener mejor sucesor que Manolín Santander. Ayer, para quienes los dudaban, demostró su valía y su entereza. Supo rodearse de sus amigos, que son muchos, y de elegir el guión perfecto: el que Cádiz quería. Admiro su capacidad de aguantar la emoción. Y lo digo porque yo no pude. A pesar de que yo lo que anunciaba era una retirada y el tuvo el difícil papel de dar voz y lectura al testamento de su padre. Vistió la escena de alegría. De futuro, con sus niños de la cantera. De presente, con sus compañeros de Juan Carlos y los de Jona. De nostalgia con las coplas del Batallón Rebaná. Resolvió la deuda de su padre, que nunca hizo coros, transformando un pasodoble en tanguillo.

 

Y sobran polémicas sobre quién debe dar el pregón o quién encarnar al Momo, siempre que quien lo haga esté a la altura. como ha sido el caso. ¿Que se han ido y se irán muchos que hubieran merecido ese honor? Pues claro que sí. En esta ciudad hay tanto arte que no hay nombramientos suficientes para compensar a todos y a tiempo. Lo dice uno que lo sufre cada año con la concesión de los Antifaces de Oro. Así que mi enhorabuena, Manolín, porque Cádiz ha sumado contigo.

 

Prefiero resaltar lo positivo de esta fiesta y no la manida noticia de cada año, sobre cuantas toneladas de basura se recoge en carnavales. ¿Qué mas da? ¿Es que el carnaval se mide en basura? Yo propongo que midan cuántas horas de pasión y de ensayo. Cuánta terapia supone participar en una agrupación, sea de concurso o callejera, para olvidar los males cotidianos. Cuánta risa se provoca en el Teatro Falla y en las esquinitas. Cuánto supone el carnaval para la economía doméstica de quiemes se dedican a la artesanía, al diseño y a la costura. Cúanto gana el sector de taxi. Cuánto la hostelería, la auténtica y la de los que ponen una barra y venden latas y bocadillos. Cuánto deja en Cádiz el piso turístico en los días de Carnaval, que muchos también son de pequeños inversores, no de multinacionales como algunos creen. Si todo eso viene a cambio de toneladas de basura, pues hay que recordar que toda concentración humana la produce, pero que merece la pena con tal de que luego se recoja a tiempo. También la Semana Santa deja las calles enceradas y llenas de pipas.

 

El carnaval de Cádiz 2020 tuvo su cierre oficial de la mano de un Gran Momo muy grande. Pero Manolín ha dado permiso para que nos recreemos en los rescoldos hasta el domingo por la noche. Y que además, como un Ave Fénix resurja un rato, en el tercer domingo, el de los jartibles. Seguiremos contando risas y bondades para esta ciudad, que detrás de ese último día vendrá puntual el camión de la basura, y detrás la Cruz de Guía de la Borriquita.