CARNAVAL DE CÁDIZ 2019

Cascabel al gato

El COAC tiene que buscar fórmulas para que la cantidad no vaya en detrimento de la calidad

Por  8:00 h.

Un debate recurrente que hace mucho está en la calle y cada día late con mayor intención es el de la fórmula que tarde o temprano tendrá que adoptar el concurso para que la cantidad no ensombrezca la calidad.

 

Cada aficionado tiene en su mente una fórmula diferente, como cada aficionado al fútbol tiene en su cabeza una selección y un esquema de juego propio e inalienable. El axioma de que dentro de nosotros vive un seleccionador y un jurado de carnaval es una máxima incuestionable.

Cada año son más las agrupaciones que se inscriben en el concurso sin solución de continuidad y los límites temporales que nos permite el calendario hacen que todo se comprima y que haya años en los que la organización del Coac se haga extremadamente dificultosa.

 

Hay quien apunta a realizar una fase previa fuera del teatro, hay quien insiste en eliminar los popurrí y los montajes escénicos en preliminares. Otros apuntan a que las grandes agrupaciones empiecen el concurso directamente en cuartos…

 

Conste que quien firma y suscribe tiene hambre y es feliz cuanto más carnaval le sirvan en el menú… pero lo que es cierto y verdad es que habrá que tomar una decisión antes de que el concurso muera engullido por él mismo.

 

Como dice cierto autor… en el fondo el concurso es lo que mejor funciona de Cádiz, es un reloj y pase lo que pase y critiquemos lo que critiquemos el Coac siempre sale adelante con solvencia, con todo el papel vendido y con un grado de interés mediático muy a destacar.

 

Pero ¿merece el Coac recibir grupos que pretenden en un popurrí interpretar una polifonía de Queen adoleciendo de los más básicos recursos para ello?, ¿merece el concurso que un cuarteto de Córdoba o de Málaga pase y haga pasar un mal trago a toda la afición?…

 

¿Una criba, un límite de participación, sanciones? Está claro que alguna decisión habrá de tomarse para que la cantidad no diluya la calidad y para que no sea el aficionado quien lo sufra. Mientras los autores grandes dudan acudir al concurso, el resto viene sin pudor a echar un rato al Gran Teatro Falla y por qué no decirlo, a llevarse un dinero curioso por derechos de imagen.

 

150 y subiendo. ¿Seremos capaces de ponerle el cascabel al gato? Lo veo complicado.