La jartible infiltrada

Amoscuchá!

Por  6:58 h.

Quilla, he mandado un cuplé nuevo hablando del Cádiz, vaya tela el lunes que nos dio. Perfecto, imprimo unos pocos pa luego. A las ocho nos vemos en tu casa, Maripaz, repasamos repertorio, cantamos este juntas una vez, a ver como suena, nos tomamos algo y tiramos pal Pay Pay. Allí estamos convocadas a las once. Yo voy a llegar un poco más tarde, porque tengo la última reunión a esa hora. Solo es miércoles y mi peluca ya anda sola. El cuplé a Fernando Simón entra directo al top TEN. Me preguntan los del Adoquín si el viernes vamos a ir a cantar allí. ¿Quién se llevó el carrito? ¿Está mi bolso dentro? No tengo ni idea de cuando lo perdí de vista. Esta foto es buenísima. Que pedazo de pase nos pegamos anoche en Armengual, ¿qué no? Aún me estoy riendo. Oye, hay que reponer el moscatel. Los de Rota vienen sembraos este año, ¿verdad?. ¡Dios! 300 WhatsApp. Que alguien haga resumen, por favor.

 

Esta podría ser la conversación, en el grupo de WhatsApp, de mi chirigota, un día cualquiera de carnaval. O de la tuya. Y hoy mi pequeño homenaje va por todas esas agrupaciones callejeras, que llenan de vida nuestras calles cada carnaval. Cada año van tomando más relevancia, también cuentan con legiones de seguidores, también se las espera con ansias y como solemos decir, de unos años a esta parte…¡hay más ilegales que gente pa escuchar! Hoy hablo de estas agrupaciones por su amor puro y desinteresado. La mayoría huye de lo oficial y por supuesto, de cualquier tipo de premio, que no sea el hacer disfrutar al que se para a escuchar. El hacer reír. El puro cachondeo. Y el tomarse una cervecita y un papelón de cazón en adobo, sentados en un escalón. Y es que una agrupación callejera no es más, ni menos, que un grupo de amigos que durante meses se reúne para darle forma a una idea. Horas de conversaciones, de pruebas, de ensayo y error. Una vez creado el repertorio tocará probarlo, compactarlo con las voces, darle el rollo. No puede faltar la guasa, además de la poca vergüenza y la libertad que te da la calle, con ciertas licencias que en el COAC serían, ahora, impensables. Chirigotas de tres. O de treinta y tres. Romanceros de cuatro. O lo que se encarte. Con cuartetas canallas, de las que te ríes “padentro” al cantarlas y ves la respuesta cómplice del público. Y hoy, miércoles, sería nuestro día. El día de las callejeras en el Pópulo. El día más callejero. Una de las noches más esperadas del año. Y volverán. Claro que volverán y se escuchará entre el tumulto un gaditano…¡amoscuchá!