Una señora decía a su marido mientras contemplaba la fila de personas que aguardaban para hacerse co

Tres coros y una chirigota estrenaron sus repertorios en la plaza de San Francisco

Por  0:00 h.
Una señora decía a su marido mientras contemplaba la fila de personas que aguardaban para hacerse con uno de los 12.000 pestiños que anoche repartió la peña Los Dedócratas: «¿Qué gusta en Cádiz una cola!». Y es que con los prolegómenos del Carnaval empiezan las hileras de seres pacientes, ya sean en torno a una taquilla para conseguir una entrada para el concurso de agrupaciones o alrededor de un mostrador para llevarse al paladar algún producto gratis. En la cola, que se perdía por el Callejón del Tinte camino de la plaza de Mina, otra se lamentaba, mientras esperaba el ansiado pestiño: «Este lunes, sin falta, empiezo la dieta». De esta forma, entre copla y copla, lamentos y esperas, daban los gaditanos la bienvenida de forma oficiosa al Carnaval en la calle. Escenas que volverán a repetirse hoy en la Viña y San Antonio con la Eriza y la Ostionada respectivamente.

Desde una hora antes de que empezaran las mujeres de los socios de la peña a repartir los dulces navideños, un nutrido grupo de personas esperaban pacientemente su turno. Y para bajar el «dulce», como premio por la espera nada mejor que una copita de anís, que servía también para entrar en calor en una noche fría que no restó público al evento.

Con una semana de descanso entre la Navidad y el Carnaval, una vez más la plaza de San Francisco sirvió de escenario para acoger el cambio de fiesta a golpe de pestiño. Como viene haciendo desde hace dos décadas, la peña Los Dedócratas, organizadora del evento, tuvo el honor de dar el pistoletazo de salida a los actos gastronómicos carnavaleros del fin de semana.

Con cuarenta minutos de retraso sobre el horario previsto, Salvador Fernández Miró, presentador del acto, con un emotivo recuerdo a Jorge Hayala, cofundador de la peña inaugurada en 1980 en la calle Rosario, daba paso a las primeras coplas. Con la baja de última hora de la chirigota Los asustajóvenes, por el escenario, situado frente a la fachada principal de la iglesia de San Francisco, pasaron una chirigota y tres coros. La primera en hacerlo fue la chirigota juvenil Esta chirigota está de gala. Tras ellos, el coro capitalino Los Guardianes, ganador del primer premio el año pasado, hizo sonar por primera vez los sones del tango. Poco a poco, los numerosos asistentes que se dieron cita en la plaza iban familiarizando el oído a las coplas de Carnaval e iban dejando atrás los sones de villancicos.

Mientras se preparaba el coro hispalense Con faldas y a lo loco con letra de José Marchena Domínguez y música de Francisco Javier Cuevas, Salvador Fernández llamó a las ninfas del Carnaval 2008 y a la diosa del Carnaval del año pasado al escenario para hacerles entrega de la insignia de la peña, en lo que fue su primer acto oficial tras recibir horas antes la banda acreditativa en el Ayuntamiento. La alcaldesa Teófila Martínez y el pregonero, Antonio Martínez Ares, también hicieron acto de presencia para desear a los asistentes un feliz Carnaval. Finalmente, el coro puertorrealeño, Al enemigo, ni agua, todo un clásico en la Pestiñada, puso el broche de oro a la noche con la presentación de sus letras para este Carnaval.

Como en ediciones precedentes, la dirección del Hotel de Francia y París cedió sus instalaciones para que el presidente de la entidad, Martín Periñán, y los miembros de su junta directiva recibieran a los invitados para desearse feliz año y buen Carnaval. Por allí pasaron, varios miembros del equipo municipal como el teniente de alcalde delegado de Fiestas, Vicente Sánchez, y rostros carnavaleros como el chirigotero Juan Manuel Braza Benítez, El Sheriff.

Las coplas en la plaza se prolongaron hasta pasada la medianoche, aunque las ganas de fiesta continuaron con los que siguieron con el botellón.