Ni el frío ni la lluvia han podido con ella y su pasión por el Carnaval. Quince años lleva Teresa Córdoba haciendo la cola de las entradas del Falla. Tiene 70. “Esto no tiene edad”, cuenta, “mientras yo pueda estaré aquí”. La ‘abuela de la cola’, como la llaman, no falta ningún año. Cada vez que se ponen a la venta en taquilla las entradas para alguno de los pases del Concurso allí está ella. Este martes ha comprado las de Cuartos. “En primera fila. Dos por día. Para mi y mis hijos, nietos… Se van turnando…”. Para conseguirlas ha estado en la cola más de 24 horas. “Ellos viven fuera y no pueden venir y a mi no me importa”.
Antigua enfermera del Puerta del Mar, Teresa cuenta que siempre ha vivido el Carnaval intensamente. Su marido fue corista y ella formó parte de una charanga. Cada año está muy pendiente de cuando se ponen a la venta las entradas para no faltar a la cita. En la cola le espera su ‘otra familia’. Con Pedro y Miguel Ángel, amigos de Conil y también habituales, por ejemplo lleva unos ocho años haciendo la cola. “Ellos me traen la silla y también me guardan el sitio cuando voy a mi casa a San Severiano por algo”, cuenta. En contraprestación, Teresa hace tortilla para todos. “Aquí pasamos menos frío del que se pasaba en el Falla. Pero, vamos, el frío es mucho mejor que la lluvia”.
A las 10.30 de este martes, Teresa tenía ya en sus manos sus doce entradas para estos Cuartos. “Me voy a casa. ¡Qué ganas de meter en agua calentita los pies. Los tengo helados!” Tras ella, decenas de jóvenes seguían esperando su turno.