Valoración: A LA FINAL DEL TIRÓN 
La presentación de la potencia. Si fuera un concurso de estremecimiento por fuerza vocal, ganarían el primero. Las hojas, las colillas, los materiales para el hormiguero van pasando a lo largo del repertorio por las manos de los coristas que, hasta la sesión del viernes, defienden el primer premio.
Se mueven las hormigas con la cadencia del corista. Llegan los tangos. Empieza el cuento musical en la falseta, que se alarga para el disfrute de las cuerdas hasta que llega el protagonismo de las voces. “Tú sigue mirando tu triste pantalla y sigue tratando a la madre Tierra como un canalla. Tu eres la hormiga que se ha creído la reina del mundo hasta que muere pisoteá”. Un mensaje ecologista, muy al tipo: “no mires más al cielo, cuida más el suelo, en Cádiz empieza por Carnaval”. “No hace falta, cumbres ni tantas Gretas”, hace falta un “alcalde” como Fernando Quiñones, “que te enseñó o que a tu tierra se la respeta”.Y después del mensaje ecologista de las hormigas, uno contra el machismo. Dirigido contra Alicia Ruiz, la diputada de Vox en la Asamblea de Madrid que propuso que, para empoderar a las mujeres, se dieran clases de costura. Empiezan claramente -vamos a aclararlo, que nos conocemos- irónicos: “No existe mayor opción ni complemento a la cultura. Muerte a las feministas, que cojan el bajo de un pantalón”. Rememoran cómo “nuestras abuelas lloraban cuando cosían moratones”. Siguen en el desarrollo con que “la costura, esa lección no viene mal, mejor que cosan banderas para los toros y las novilladas”. Buen remate: “muchas quieren coserle la boca a la sinvergüenza que a las mujeres las pisotea”. Las hormigas se ponen furiosas en el remate, pero no influye en las voces.
Y ahora, los cuplés. Con poca concesión aquí para la música, las voces irrumpen de inmediato. El primero, a la dimisión de Albert Rivera, “un hombre echado para adelante con grandes aspiraciones”. Va a nacer su primer retoño, “qué numerito cuando llegue la Navidad, en la madrugada del seis de enero, discutirán, ella pendiente de los regalos y él distraído con los camellos”. Hombre, el remate se veía venir. El segundo “a los vídeos de chatajes”. A Massiel la pillaron con una sin alcohol, “y le pueden arruinar la reputación”. Problema “ahora en el Congreso, veremos en vídeo que allí se tocan los huevos”. Simpáticos, pero ninguno ha llegado a pegar del todo.
En el popurrí, rebajan ligeramente el tono de voces, lo que hace que suene mejor que en pases previos. Las hormigas, en el final de la pieza, están entregadas, quieren volver a colarse en el Falla y volver a construir su Cádiz a base de palitos, hojas, coplas y música.
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