COAC 2020

Semifinales COAC 2020 La ciudad de Dios. Las puertas del campo

La comparsa de Piru y el Tomate hace un bello homenaje a los carnavaleros que les precedieron

Por  20:47 h.

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Está aquí la ciudad de Dios, los crecidos niños comparsistas, “la voz del negro que no quieres escuchar, la voz del pueblo que estalla en cada Carnaval”. Percusión y baile para que regrese la fiesta brasileña, la crítica carioca, al Falla en la presentación. Están tan ensayados que prácticamente lo han clavado en los tres pases.

 

El son gaditano se recupera con el pasodoble y su ritmo de 3×4 (el estricto, no el el 4×4 tradicional) de la factoría del Tomate. Es una preciosa sucesión de nombres de los maestros del Carnaval, de quienes les precedieron. “Trujillo, el niño de Juan Carlos, el Negro”. Y qué orgulloso “estará el Petra desde su estrella viendo a su hijo Joselito”. Bien hilada esta letra de Piru en la que “les quiero cantar a los que me enseñaron la esencia de mi carnaval”. Son los culpables” de que estos niños estén aquí cantando”. Van alzando la voz para rematar en el remate que están “Cantando con orgullo que como mi padre soy carnavalero”. Atacan con el segundo, y desde primero dan caña: “dicen en la Junta que Valcárcel no interesa”. No es cosa, en la copla, de colores, “Cádiz a la Junta siempre le dio igual”. Ni izquierda ni derecha del centro, “ninguno mueve el culo por la ciudad”. Culpa a los que en casa se quedaron “cuando había que mamar”. Tras pedir “una marea de Puertatierra hasta San Telmo” emplazan a que se entere la Junta, “Moreno, Susana, Marín y Teresa” que Cádiz se ha cansado “de agachar la cabeza”. Meritoria la crítica a la Junta por encima de siglas políticas, no centrándose en la corrupción del PSOE o las centradas (guiño, guiño) políticas del actual Gobierno.

 

El primer cuplé a su prima, embarazada. No para de hacer fotos desde que, en vez de una niña, “había una tortilla de camarones”. Tiene un reportaje espectacular, la niña, al salir del toto dice “estoy hasta el … de hacerme foto”. El segundo a los móviles inteligentes, tanto que “tosen y pide la baja”. De todo sabe hacer, “ayer le dije quiero sexo duro, se puso en modo vibración y se me metió el móvil por el culo”. Más de uno estará pensando en usar el pin parental en la tanda de cuplés. El público está a tope con ellos y aplaude los dos.

Cantan la práctica totalidad del popurrí a oscuras, que solo le aclara al final, simulando un amanecer. “Ojalá mi canto se cumpliera un día”. “Ojalá que febrero sumara una eternidad”. Acaban con un “ratatá benditos sean los que llenan de esperanza” inédito en este Concurso. Se despiden abrazados, con la sensación del que ha hecho bien su trabajo.

 

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FOTOS: Comparsa La ciudad de Dios en el COAC 2020