El coro de Faly Pastrana tiene cantera. Y de la buena. ‘La vuelta a Cádiz en 80 mundos’ emocionaba a gran parte del Teatro Falla con un segundo tango que llegaba al corazón. Para cantarlo, un grupo enorme y cuatro pequeños delante, entonando con fuerza y energía la letra que le dedicaba el autor gaditano.
Los pequeños Álvaro, Alejandro, Diego y Pablo se unían a los mayores para que todo sonara aún mejor. “No soy de lágrima fácil, pero llevo todo el día pensando en esto y cuando ha aparecido mi hijo por el escenario me he emocionado”, reconoce José Fatou, una de las caras más reconocidas y miembro de una saga que por suerte parece no tener fin.
Su niño, Álvaro, con 4 años, pertenece a la quinta generación de los Fatou coristas. “Mi bisabuelo salió con Los Anticuarios del Tío de la Tiza” y él mismo tuvo la oportunidad de cantar junto a su padre en el coro de la Salle Viña. “Ahora le he podido dar el testigo a mi hijo”.
Estos cuatro representan a todos esos hijos que llevan en la sangre el Carnaval desde que nacen. “Suelen ir a los ensayos y en la Plaza cantan con el coro, se suben a la batea y parecen fotocopias de nosotros. Es importante transmitir esta herencia porque es una modalidad muy localista”.
Álvaro lo tiene claro: “Yo quiero ser corista como papá”.