Aunque para algunos se les acaba el Carnaval cuando se acaba el concurso, esto, señores míos, acaba de comenzar. Es la semana grande de Cádiz y está abierta a todo el que quiera venir a disfrutarla.
Sin necesidad del programa establecido, vamos a plantearnos la fórmula para pasar un buen carnaval con sus debidos ‘recortes’ económicos tal y como está la cosa. De momento y muy importante hay que venir con ganas de reír, pasarlo bien, respetar, y no meter la pata. Como ven, algo que no cuesta dinero y que con muy poquito que le pongamos resultará fácil de alcanzar. Es conveniente que se disfracen y que disfracen a sus hijos, sus amigos, etc. y vengan acompañados. Aquí apremia el ingenio, por tanto, los disfraces ‘caseros’ siempre triunfan y con cuatro trapos bien combinados y dos coloretes, va usted en ‘coche caballos’ y lo principal ‘baratito y sin frío’. Evidentemente, hay que ir cargado de viandas porque el día de fiesta es largo; pues para eso está Pepe, la típica persona que existe en todas las reuniones que además de disfrutar no le cuesta nada ir cargando con el carrito de la compra lleno de bocadillos, ‘tapper’, patatas, algún marisquito, las botellitas de vino. y al que se le termina cantando « er Pepe, er Pepe, er Pepe es cojonudo como er Pepe, no hay ninguno». Ya estamos en el meollo y apenas hemos gastado porque el contenido del carrito es a ‘escote’, una vez aquí e independientemente del día de la semana que sea, sólo tiene que dejarse llevar por coplas y disfraces ingeniosos, algo que es absolutamente gratis y que no sabría decirles qué se pagaría en otro sitio por un espectáculo similar. Espero y deseo que todo esto le sirva para evadirse sólo por una semana de la que está cayendo y lo hagamos sonriendo.
Termino agradeciendo a Nuria, mi jefa, la oportunidad que me brindó de escribir aquí cada semana, de la que digo en mayúsculas que ME ENCANTÓ. Y a todos los que me habéis seguido y felicitado por ello, MUCHAS GRACIAS y hasta otra.