En la tercera sesión del concurso ya hay quien habla de la agrupación revelación. del Carnaval de Cádiz Sea o no, que quedan muchas preliminares, los componentes de la comparsa Los niños sin nombre han conseguido, con su pase de la noche del lunes, meterse al Falla en el bolsillo. Sus autores, Antonio Jesús Pérez (Piru) y Sergui Guillén (El Tomate) acogieron emocionados la ovación de un Falla que se rindió a unas voces cuidadas y unas letras con pellizco.
«Te voy a ser sincero, me esperaba esta buena acogida porque hemos trabajado mucho, y sabemos que el público eso lo valora», decía sin perder la sonrisa El Piru. «La comparsa ha estado ensayando durante seis meses y se ha notado el resultado en la afinación y en la interpretación, que han sido nuestro fuerte», completaba El Tomate.
La agrupación ha dado el salto desde juveniles, donde el año pasado ganó el primer premio de la comparsas. Pero no ha sido un salto al vacío. «Hemos llamado a la puerta del Falla… y se ha abierto del todo», analizaba El Tomate, que destacaba que la agrupación ha querido «mantener el tono añejo tanto en los pasodobles como en el resto del repertorio».
Pese a la ovación y a las buenas sensaciones, para Piru y El Tomate, lo mejor han sido «los valores que nos han trasmitido los componentes, son 15 corazones puros». «Aunque hubiéramos traído un mal repertorio, habríamos ganado», resumía Piru. Emocionado, El Tomate se quedaba con la interpretación de la cuarteta que había dedicado a su padre. «Esté donde esté, lo habrá disfrutado».
Respecto a la letra del segundo pasodoble, en la que denuncian el botellón descontrolado en que se ha convertido el sábado de Carnaval, ambos autores reivindicaban que «nosotros somos de La Viña (Piru) y Santa María (Tomate) y los sábados nos quedamos en casa, queríamos reivindicar la recuperación de este día».