El Carnaval de mi vida

Pepe Mejías: «El Cádiz CF fue una chirigota»

Así recuerda el futbolista el Carnaval de Cádiz

Por  8:00 h.
Pepe Mejías: «El Cádiz CF fue una chirigota»

Mi historia en Carnaval está profundamente vinculada al apellido Villegas, familia carnal. Primo de Fernando, que años más tarde participara en la creación de la chirigota del Love, en mi infancia recuerdo corretear con las pelucas junto a aquellos Beatles de Cádiz de mi tío Enrique y las fiestas de verano en la venta de la Barca de la Florida. Siempre me tiró más la comparsa pues otro tío mío, Germán López, fue postulante durante muchos años de Antonio Martín y Pedro Romero.

Pero aún así, mis momentos más divertidos van al compás de la chirigota. Hasta acudí al Falla con una juvenil, un poco mala y es que no me acuerdo ni del nombre. Solía parar en la Barriada de la Paz, donde vivía la novia que ahora es mi mujer, y como tocaba la guitarra me ficharon para salir en una que por supuesto no pasó de fase.

La semilla estaba ahí y floreció cuando ya jugaba en el primer equipo del Cádiz CF. En el equipo montamos una chirigota para cantar en el teatro Lope de Vega de Sevilla junto a otros futbolistas y artistas en un festival benéfico. Durante dos meses ensayamos todos los días después del entrenamiento. Justo el día antes de la actuación, el presidente Manuel Irigoyen nos prohibió ir. Como capitán me planté y le dije que iríamos a cantar, que nos multara a todos. Un pulso que ganamos. Y liamos el taco gordo.

Ese vestuario lo formábamos jóvenes, gaditanos, de la cantera, con ganas de pasarlo bien en una ciudad donde todos nos conocían. Por eso nos disfrazábamos para que no nos reconocieran, aunque con mi pelo y mi cara era imposible pasar desapercibido. Además, los otros eran muy lacios y daban el cante. Me acuerdo que una vez llegó el Mago y me pidió un disfraz para poder salir. Lo vestí de payaso. No coló. Era en febrero y nos cogía en plena temporada, por eso lo disfrutaba más antiguamente, en fechas veraniegas, en el Pemán.

La época de los ascensos a Primera disfrutábamos siempre con un grupo humano tremendo. En pleno Carnaval convencimos al bueno de Milosevic, que era un entrenador que siempre entendió nuestra idiosincrasia, para ir al entrenamiento disfrazados. Jugamos un partido amistoso cada uno con su tipo, yo de chino, así que imaginad el cachondeo. Me divertía tanto que he llegado de disputar un partido a domicilio, subir a mi casa a vestirme de marinero, pintarme dos churretes y salir para el centro a encontrarme con mi familia que ya llevaba tiempo de fiesta.

Ahora lo vivo desde la lejanía, en Chiclana, aunque a veces me ha invitado Juan Carlos Aragón que suele acordarse de mí y hasta me escribió ese pasodoble de ‘forever Pepe, only you Mejías’. ¿Quién diría que una letra de Carnaval me haría inmortal?

Lo mejor: El Carnaval es la alegría, la convivencia, no hay ni ricos ni pobres.

Lo peor: Es el desfase de bebidas de algunos personajes que no son cívicos.