Cuarteto de cuerda que se preparaba para el Teatro de Budapest… y acaba siendo un cuarteto musical en el Gran Teatro Falla. Se alzan las cortinas y estos cinco portuenses se enfrentan al público con un ambiente gélido. Ahí, valiente. Nunca es fácil romper el hielo y menos en la modalidad más castigada. Irradian nervios por todos los poros de su piel pero el maestro de escena maneja el tempo hasta que la primera risa calienta a los protagonistas. El recurso del ‘oui’ les sirve para ir estirándose, mostrando una compenetración sobre las tablas que va más allá de esta interpretación.
Son seguidores de Antonio Vivaldi Martín… Ares. Herederos del Amadeus Masa y Peñatovhen. Parodia corta o presentación larga, según se mire. Alguna carcajada sincera para preceder a los cuplecitos, enchampelaos en letra. La dificultad de de escribir un cuplecito, y de aprendérselo, por eso llevan el papelito y el móvil, aunque se han quedado sin wifi.
Interesantísimo el popurrí. Especialmente porque es un canto a la inclusión, con bromas y con mensaje. ‘Si piensas que soy discapacitado, pues mira has acertado’; ‘Si piensas que soy el tonto del pueblo, estás anticuado. Esto es una ciudad, no es un pueblo, y más tontos que yo los hay a puñados’. Eso sí, no dan nombres. Pero sí dan una auténtica lección.
Cantan, lo que entraña aún mayor dificultad. No son ‘Il divo’. Hay más trabajo ahí que en la mayoría de agrupaciones por mucho que se noten y acepten los deslices. Los tienes tú, los tengo yo, los tenemos todos. Entonan una sevillana y rematan su actuación con ‘el vals de la diversidad’. Muchos compañeros con diversidad funcional de Afanas el Puerto danzan mientras ellos rompen barreras con cinco voces. Esto es Carnaval ¿no? transgredir, invertir, incluir y revolucionar. El Concurso para otros (ahí está el único debate).
Merda, merda, mucha merda pero para el que se le reconcoman las entrañas en este momento. Manolo, Antonio, compañía… han sido, al menos hoy, campeones.
FOTOS: Cuarteto ‘Merda, merda, mucha merda’ en el COAC 2020