Valoración: BUENA
Poseidón, dios griego del Mar y de los océanos, en versión actualizada. Siglo XXI. El mensaje ecologista recorre transversalmente la comparsa, no se queda en una simple copla sino que la filosofía impregna toda la obra. Desde lo mayor a lo menor, desde el planeta hasta la Caleta, que es sagrada. “El progreso que compramos hoy arruina los mares”. Germán Rendón se aleja un tanto de esas melodías pegadizas con las que enganchó en otros años y presenta una copla más compleja, en forma y contenido. Densa como el Mar Muerto, eso sí.
El pasodoble suena y el silencio es estremecedor. Se huye de pasiones, este autor es para escucharlo sin perder matices. Retuerce la copla antes del trío, donde se vuelve a enraizar a sones clásicos y termina de romper como un manantial hasta que desemboca en un precioso final. “Si yo canto Carnavales en la playa es porque nosotros los gaditanos somos los resilientes. Del estamento más bajo nació como la voz del pueblo”. Cada verso esconde mucho más que sílabas. Y funde el piropo con la crítica, el golpe que reserva para el final. “Las sensaciones que regala el Teatro Falla, para que luego cuatro intelectuales digan que el Carnaval es solo de calle”. Oda al Concurso palo a los que se niegan a quererlo todo. No se guarda nada el autor.
La segunda es una de las mejores letras de esta fase. “Van llorando los hosteleros gaditanos que no encuentran camareros. En la hostelería lo que falta son mejores condiciones y sobran explotadores”. Ante los arrodillados, público en pie. El grupo suena más compacto que el año anterior, donde adquirían más protagonismo las voces destacadas que el conjunto. Lejos quedan ya los tiempos de ‘low cost’.
Cupleses sencillitos, al fin del peaje y la llegada de comparsas foráneas hasta de Uruguay. “Yo quisiera reciclar una canción de Carnaval pa enamorarte todos los días”, el estribillo consigue su efecto.
Es en el popurrí donde se desmelena la comparsa. ¿Qué es la resiliencia? “El arte de saltar las trabas que pone la vida”. Germán explica perfectamente este concepto tan usado en la psicología actual, y lo hace más con ejemplos sencillos y cercanos que con metáforas enrevesadas. Y Cádiz es experta con 3.000 años en resiliencia. El impacto inicial ha desconcertado, porque induce a la confusión unir los dos mensajes y más en un disfraz que no presenta la vistosidad deseada. La explicación queda a medias en la primera escucha.
Todas las cuartetas son bárbaras, el rap apabulla por la perfección en la ejecución, y rebaja la forma, la densidad en la creación literaria, para compensar al contar con músicas complejas y conceptos más abstractos. Para morir en la sencillez de la música y letra como resistencia, el axioma del Carnaval. “Qué bonito es ser de Cádiz”.
Aquí puede ver la ficha de la comparsa ‘Los resilientes’
Las imágenes de la comparsa Los Resilientes