Es uno de los rostros más reconocibles del audiovisual español y su voz, una de las más demandadas en la música actual. Merche Trujillo (Cádiz, 1974) lleva unas semanas frenéticas. El 28 de febrero, en pleno Carnaval de Cádiz, se lanza su nuevo disco, ‘Es ahora’, con todo el trabajo de promoción y presentación que conlleva un trabajo tan personal. Aun así, vendrá a Cádiz para vivir un momento muy especial…
¿Va a poder venir al Carnaval de Cádiz este año?
Pues va a ser muy difícil porque me pilla en pleno lanzamiento de ‘Es ahora’ y estoy a tope con la preparación del concierto de presentación en Madrid. Pero sí iré a recoger el Antifaz de Oro que le han concedido este año a mi padre (Pedro Trujillo, el ‘Catalán Chico’). Así que llegaré, me iré corriendo y me quedaré con ganas de más.
Usted es hija y sobrina de dos históricos del Carnaval como son el Catalán Chico y el Grande. Sus primos han seguido ligados al Concurso. ¿Nunca se planteó salir en agrupaciones?
Me hubiera encantado. Pero cuando yo era adolescente (ojo, que ya tengo 45 años) eso de que las chicas saliéramos en las agrupaciones era impensable. Alguna vez fantaseé con vestirme de chico para poder cantar en Carnaval en el Falla. Más allá de guitarras y bandurrias en los coros, y de Adela del Moral, apenas había mujeres cantando o componiendo. Afortunadamente, esto ha ido cambiando.
Si hubiera podido salir en alguna agrupación, de cualquier época, ¿cuál elegiría?
(Responde muy rápido). En ‘Caleta’. Por la vinculación de mi padre con esta agrupación y porque creo que sus letras han trascendido el Carnaval y ya son parte de nuestro folklore. Y eso que ni siquiera llegó a la Final. Pero esa presentación que escribió Antonio Martín tiene algo que embruja. Fíjate que la canción favorita de mi hija, que nació en la India, no es ninguna mía… es la presentación de Caleta.
Embajadora del Carnaval de Cádiz
Usted es una gran embajadora de Cádiz en general y del Carnaval en particular. Venga, dígame la verdad, ¿alguna vez le han dicho ‘Merche, déjanos tranquilos con tanto Carnaval’?
(Ríe) Si te digo la verdad, no. Y eso que soy de las que, cuando se despista, está tamborileando carnaval en la mesa como si fuera un mostrador. Al revés, los que conocen algo me suelen preguntar. Y quien no lo conoce y se lo enseño, dentro del mundo de la música, se sorprende del nivel que hay siendo un concurso de aficionados. Recuerdo en una grabación en Miami que los músicos alucinaban con el virtuosismo de las voces y de las guitarras.
¿Qué recuerdos tiene grabados del pregón de 2015? (Aquí puede leer la crónica del acto)
El primero y el último. El primero porque me dio un ataque de pánico antes de empezar y…
(Interrumpe) Pero si en esa época llevaba usted nosecuántos conciertos a sus espaldas.
Sí, pero la emoción y la responsabilidad eran muy grandes. ¡Si yo de pequeña iba ahí mismo a ver el pregón, a Rocío Jurado, a Cantinflas…! ¡Si ésa era mi plaza, yo hice la comunión en San Antonio! Me sobrecogí, no recordaba lo que tenía que decir antes de empezar. Cómo sería la cosa que se me pasó por la cabeza hacerme la muerta y que eso acabara (ríe). Y recuerdo, en esos momentos, a mi padre dándome ánimos en bambalinas.
Perdón, me decía que fue muy especial el final del pregón.
Imagínate, cuando pude cantar con mi padre… (se emociona, Pedro Trujillo falleció en junio de 2019). Y es que buenas voces ha habido y hay en el Carnaval, pero como cantaba El Catalán…
Como pregonera y como carnavalera, ¿quién debería dar un pregón en los próximos años?
Si me pongo a dar nombres, no paro. Sí me acordaría de muchos carnavaleros a los que se ha ido dejando a lado, y a los que es mejor darle este reconocimiento ahora que cuando falten. Con esto sucede como con el antifaz de oro. Acuérdate de lo que dijo mi tío sobre su concesión este año.
Para no abandonar la temática de este especial. Imagínese que una chica de 14 años le dijera que quiere salir en Carnaval, pero que le echa para atrás el hecho de ser una chica.
Hombre, en 2020 sería muy raro que todavía alguien pensara así. Pero si se diera el caso sería clara, le diría ‘espabílate’, y a cantar, a componer, a tocar… que el Carnaval necesita del talento de la mujer