Y Manolo Santander lograba el primer premio por segundo año consecutivo tras ‘El crimen del mes de mayo’. Lo conseguía con una chirigota histórica, ‘Hasta que la muerte nos separe’, que abría la década en la que la chirigota se convertía en la reina de la fiesta. Estos legionarios llegaban con la música de Antonio Martín, partícipe de esta época gloriosa y triunfador a la vez en el mundo de las comparsas y los coros. Le letra correspondía a Francisco Abeijón Ramos ‘Carapalo’, y la dirección era de Josdé Manuel Romero Pareja, ‘El Petra’.
Manolín Santander recuerda este pasodoble para la Cadena Cope. Escoge aquel que se ha hecho inmortal. Ese piropo a la Viña que en realidad es una crítica a la durísima situación del barrio. Letra que conocen perfectamente los buenos aficionados y que es de las más cantadas en las barbacoas. Una delicia de hijo para su padre.
Mi amigo Paco intentaba convencerme
de que hiciera un pasodoble dedicándolo a la Viña
que resaltara la belleza de sus calles
y el aroma de su ambiente que enseguida te encariña.
Qué mas quisiera yo Paquito de mi alma
que lo que me estás pidiendo fuera una realidad,
pero resulta picha de que mi barrio se desmorona
y que en un mismo cuarto allí conviven doce personas,
qué clase de piropo le puedo echar.
Yo no muero por la Viña,
yo es que vivo allí en la Viña
y me hace gracia la gente que son viñeras
tan solo en fechas de carnaval.
Quisiera ver al poeta
que escribe tan bellas letras
si tuviera la cocina apuntalá.
Que mas quisiera yo
que los callejones fuera escollera
y que la Viña fuera
la casita del mar,
pero si es que mi barrio
se esta callendo poquito a poco,
como hacerle un piropo
si da pena de verlo cómo se hunde cada vez más.
VIDEO: Manolín Santander canta el pasodoble de la chirigota ‘Los del perejil lacio’ del COAC 1988
El pasodoble de ‘que viene el coco’, un caramelo de Noly para Manolo Santander