CARNAVAL DE CÁDIZ

Cádiz se luce en su Lunes de Coros

Carruseles e ilegales se han mezclado por las calles en un día resplandeciente

Por  18:01 h.

Radiante primer lunes de marzo, más primaveral que de final de invierno, que ha invitado a los gaditanos a salir a la calle en este día de fiesta local. Invitado y conseguido. A las 13.00 horas regueros de personas se dirigían en fila desde la estación de trenes y las paradas de autobuses al centro de la ciudad, mientras la Policía Local dirigía el tráfico y los aparcamientos subterráneos colgaban el cartel de ‘completo’. Y es que, en el Lunes de Coros, pese a ser sólo festivo en Cádiz, cada vez acuden más personas de fuera de la capital para disfrutar del Carnaval.

 

El lunes es día del aficionado. Del que quiere disfrutar las coplillas en la calle, «con un disfraz y en la cara dos coloretes pintaos», como decían ‘Los Millonarios’ de Juan Carlos Aragón. Unicornios y princesas se han mezclado con superhéroes y reguetoneros, entre serpentina y papelillos. En la Plaza Mina la comparsa ‘La luz de Cádiz‘ ha dedicado un pasodoble al abrazo, esa «firma de cualquier juramento» que «cura más que 10.000 doctores», ante centenares de personas. Mientras, los componentes de los coros comenzaban a subirse a las carrozas. Daba inicio el carrusel.

 

Un chicharrón por la calle

Dos de la tarde. Este lunes era día de comer en la calle, casi en manga corta y así lo han hecho miles de gaditanos entre carruseles e ilegales, gozando con las letras, aplaudiendo a los que se dejan la voz y un trocito del alma en las calles. Bocados regados con manzanilla, moscatel o cerveza, en su mayoría. Cámaras de fotos al cuello de oriundos y foráneos, móviles en la mano. Miles de personas llenan la Plaza San Juan de Dios.

 

En la calle San Francisco, la expectación se centra en torno a una chirigota ilegal. El tipo, mantita e infusión, y el estribillo, que la gente de alrededor repite a la segunda vez que lo entonan, de lo más pegadizo: «yo ya no salgo más, yo ya no bebo más, ¿dónde vais que voy pa’lla?

Mientras, en la Plaza de Candelaria, el carrusel no para. Risas con el 69, lo mejor de los años ’60, según el coro Nueva Era. Enfrente, en la puerta del café Royalty, ‘El tango se escribe con tiza‘ se prepara para alzar su voz.

 

La verdadera historia del chicharrón de Chiclana‘ la recita un pequeño en la esquina de la calle Santiago, llegando a catedral. Romancero infantil recitado con el arte y desparpajo de un pequeño rubio de alrededor de siete años, disfrazado de recipiente de chicharrones, que se pregunta por qué a los niños de hoy en día les gusta más las hamburgesas y el Happy Meal, «déjate de tonterías y cómeme a mí», les espeta.

Legales, ilegales y carrusel

 

Las escalinatas de la Catedral también se han llenado de coplas. Batalla entre una agrupación juvenil y ‘El Cerrojero‘ de Nene Cheza arropados ambos por el silencio primero que rompe en aplausos después, del público entregado al Carnaval y su esencia.

 

Son las 15.00 horas y en la Plaza del Mercado no cabe un alma. Máxima expectación en el carrusel. En la esquina de Correos el coro ‘Los espectaculares‘ de Chiclana montan su particular circo y cantan a la maravilla de ser, cada uno, diferente y especial.

 

El Palillero, la Peña La Estrella, el Cañón… Cádiz se ha envuelto en coplas este lunes de Carnaval, un día en el que, más que nunca, se podía cantar aquéllo de «qué bonito está mi Cai, qué bonita es mi ciudad, que rebosa de alegría, cuando llega el Carnaval». Pero el reagguetón ha tenido la culpa de que el estribillo más repetido por las calles haya sido otro.