Luis Rivero, el amor incondicional a su tierra

A vuelta de Telón

Por  9:16 h.

Hay personas que son capaces de estar metidas en ochenta sitios a la vez. Los malpensaos y retorcidos piensan que lo hacen por protagonismo, por conseguir, a través de sus múltiples implicaciones, alcanzar un status social reconocido en Cádiz. En determinados casos puede que sea así. Pero hay personas que lo hacen por amor a su tierra, en este caso Cádiz. Eso les cuesta esfuerzo, tiempo y, a veces, dinero. En este grupo está mi «hermano» Luis Rivero. Digo mi hermano porque los dos formamos parte de la nómina de la cofradía de Jesús del Amor Despojado, uno de sus innumerables empeños personales y que va viento en popa, porque, aunque este suplemento esté dedicado al Carnaval, conviene recordar que la corporación se estrenó en la calle el pasado Domingo de Ramos y puede que para el próximo invierno ya cuente con la imagen de la Dolorosa, María Santísima de la Concepción. Su penúltima osadía ha sido un coro para el Falla y ha buscado el más difícil todavía, un  grupo mixto. Y como es incapaz de  perderse en la mediocridad se ha enfrascado en una historia que tiene muy buena pinta. No lo dice su «hermano», lo afirmaba Adela del Moral en plena retransmisión televisiva, alguien que de esto sabe un rato.  Cuestión de carisma y de saber rodearse de gente comprometida que va a responder a sus propuestas.