Los dos coloretes en la cara pasan el testigo a las grandes fantasías

Concurso

Por  0:00 h.

Pregunta a veces la gente cuando ve nuestra comparsa ¿por qué esos dos coloretes que llevan puestos en la cara? Y aunque me canse explicarlo, pues mi intención no era esa, procuro dejarlo claro pa que comprenda, pa que comprendan, que no es que queremos rescatar la imagen de don Paco Alba…» Así comenzaba la comparsa El cielo de Cádiz un pasodoble en 1998 para explicar por qué en sus rostros sólo había dos «churretes rojos» como único maquillaje. Una costumbre que había impuesto en el Carnaval de Cádiz Paco Alba y que se fue asentando. Hasta los años ochenta. En aquella década, muchas comparsas se presentaron en el Gran Teatro Falla, y después en el Teatro Andalucía, con maquillajes de fantasías, adornado con purpurina, que sorprendió al aficionado, que incluso lo criticó.

Y es que el maquillaje es una parte del tipo. «Sin él, el disfraz no tiene sentido», comparten las maquilladoras Pilar Arjona y Arancha Gómez. Ambas mujeres que se dedican a maquillar a distintas agrupaciones de Carnaval durante el concurso, reconocen que «es el trabajo menos valorado y, sin embargo, esencia». Arancha Gómez apunta que «sin duda, una agrupación no tiene la misma puesta en escena sobre el Falla que después en cualquier tablao, que acuden sin maquillaje».

El diseño siempre debe estar adaptado al tipo. Pilar Arjona, de Piarlé, explicó que «el director de la agrupación explica el tipo y comenta la idea, pero al final, siempre aceptan nuestras propuestas».

Con la comparsa Los comparsistas se la dan de artistas, Pilar Arjona comenzó a revisar fotografías de las comparsas de los años ochenta, «busqué una base color azafrán y salió el diseño». Pero el que le ha quitado horas de sueño ha sido el maquillaje de La secta de los Carapapas. «Cuando David Márquez Mateos me comentó la idea, pensé en la secta como algo maléfico -comenta Pilar Arjona-, hasta que vi el tipo, inspirado en los disfraces venecianos. Pero el diseño final no lo tuve hasta que escuché el repertorio de la agrupación. Ha sido un reto para demostrarme que podía superarme en mi trabajo».

Arancha Gómez maquilla, entre otros, a los integrantes de Los trasnochadores y La factoría. Las manos de Arancha han conseguido que estos jóvenes se hayan convertido en auténticos vampiros. Pero con la comparsa de Luis Rivero «he hecho lo que más me gusta. Pintar una fantasía. A todas las maquilladoras es lo que nos gusta trabajar, porque nos dejan inventar cosas nuevas. Quizás el tipo no dijese demasiado si no tuviesen el rostro dibujado con esas formas».

También se sigue trabajando el maquillaje de caracterización. Pilar Arjona es la encargada de convertir en ancianos a la chirigota Más pa llá que pa cá, o de conseguir que Sheriff y Lulu se confundan con mujeres para Esta chirigota vende. «Es un trabajo diferente, pero también es bonito». Arancha Gómez recuerda cuando se encargó de maquillar a la comparsa El desafío: «fue muy divertido conseguir las cicatrices».